Edema durante el embarazo

Sinónimo

Retención de agua Embarazo

Sinónimos en un sentido más amplio

El edema en etapa tardía es una de las afecciones más comunes que pueden ocurrir durante el embarazo. Mientras embarazo temprano se caracteriza principalmente por cambios hormonales y los asociados náusea (el llamado Frühgestosen), se producen síntomas completamente diferentes durante los últimos meses de el embarazo. En terminología médica, el desarrollo de estos síntomas, que son típicos de una el embarazo, se llama gestosis (también conocida como envenenamiento por embarazo).

En general, se puede suponer que alrededor del 60 al 70 por ciento de todas las mujeres embarazadas desarrollan retención de agua (término técnico: edema) durante la última etapa del embarazo. Estos edemas pueden pronunciarse de manera diferente de una mujer a otra, así como de un embarazo a otro, y pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo. Especialmente durante los últimos meses de embarazo, el desarrollo de tales edema se puede observar con especial frecuencia.

La retención de agua típica del edema durante el embarazo puede acumularse básicamente en el tejido conectivo de todo el cuerpo. Particularmente frecuentes son agua en los pies, los tobillos y el agua en las manos. La aparición de edema en el área facial tampoco es infrecuente al final del embarazo.

La mayoría de las mujeres embarazadas encuentran estos problemas de retención de agua antiestéticos y perturbadores, porque especialmente en los últimos meses del embarazo la libertad de movimiento y el bienestar pueden verse significativamente restringidos por la pronunciada retención de agua. Además, a muchas mujeres embarazadas les preocupa si el edema puede volverse peligroso durante el embarazo. En general, sin embargo, esta preocupación se puede negar.

El edema que se produce al final del embarazo es, en la mayoría de los casos, completamente inofensivo. Inmediatamente después del nacimiento, se puede observar que el edema típico del embarazo desaparece por completo sin intervención médica. No obstante, las mujeres afectadas deben consultar a un especialista (en este caso un ginecólogo) lo antes posible para descartar posibles enfermedades subyacentes. En particular, relacionados con el embarazo hipertensión (hipertensión) puede jugar un papel central en este contexto.

Causas

Puede haber una variedad de causas para el desarrollo de edema durante el embarazo. Además de las razones específicas del embarazo para la aparición de dicha retención de agua, también deben excluirse otras causas orgánicas. El edema es generalmente el resultado de una enfermedad subyacente.

Por tanto, la retención de agua no es un cuadro clínico independiente, sino el síntoma de una enfermedad sistémica. En el desarrollo de edema, restricciones en corazón y riñón función o hígado el daño juega un papel decisivo. Además, cambios en el flujo venoso, por ejemplo pierna vena trombosis, puede promover el desarrollo de edema en las piernas.

Además, muchos de los pacientes afectados pueden ser diagnosticados con un trastorno del flujo de salida en el sistema linfático. En estos casos se habla de un llamado linfedema. Aunque la aparición de edema durante el embarazo no suele ser causada por una enfermedad general, estas posibles causas deben descartarse a toda costa.

En las mujeres embarazadas, la retención de agua es casi normal, especialmente en los últimos meses de embarazo. Mientras que el feto se desarrolla y crece en el útero, el cuerpo de la mujer embarazada sufre una serie de cambios. Sobre todo, el aumento de sangre El volumen y el consiguiente aumento de la retención de agua pueden jugar un papel decisivo en el desarrollo del edema durante el embarazo.

Debido a estos cambios, las venas de la futura madre tienen que trabajar más para devolver adecuadamente el sangre En el correo electrónico “Su Cuenta de Usuario en su Nuevo Sistema XNUMXCX”. corazón. Como resultado, la permeabilidad del vena las paredes pueden aumentar, permitiendo que entre más agua en el tejido. Además, el abdomen, que se agranda cada vez más durante el embarazo, ejerce una enorme presión sobre la pelvis.

Esto también hace que sea más difícil para sangre para fluir de regreso a través de las venas pierna. Por este motivo, durante el embarazo se produce edema, especialmente en piernas, tobillos y pies, además, las manos, los dedos o incluso el rostro también pueden verse afectados por una retención de agua pronunciada. En este contexto, la fecha prevista de nacimiento parece tener una importancia crucial.

El edema de la cara y las extremidades superiores es particularmente común en mujeres que dan a luz en verano o principios de otoño. Con base en estas observaciones, se puede suponer que las temperaturas cálidas favorecen el desarrollo de edemas durante el embarazo. Además, estar sentado o de pie por mucho tiempo se considera un factor de riesgo para la formación de retención de agua durante el embarazo.

Los cambios hormonales en el organismo durante el embarazo también pueden contribuir al desarrollo de edema. Sobre todo, el aumento de la liberación de la hormona estrógeno hace que el tejido se afloje. De esta forma, el cuerpo femenino debe estar preparado para el próximo nacimiento. Sin embargo, dado que el aumento de la permeabilidad de las venas vasos hace que se lave más agua en el tejido, el aflojamiento del tejido conduce al desarrollo de edema.