Tendón de Aquiles: función, anatomía y trastornos

¿Qué es el tendón de Aquiles?

El tendón, fuerte pero poco elástico, conecta los músculos de la parte inferior de la pierna con el esqueleto del pie. Sin él, no sería posible estirar el pie y así caminar o caminar de puntillas. El tendón de Aquiles mide entre 20 y 25 centímetros de largo, hasta 5 centímetros de ancho en su punto más grueso y hasta 8 milímetros de grosor.

Según la leyenda griega, Aquiles fue sumergido en el río Estigia por su madre para hacerlo inmortal. Sin embargo, el talón por el que ella lo había sostenido seguía siendo vulnerable: el tan citado talón de Aquiles.

¿Cuál es la función del tendón de Aquiles?

El tendón de Aquiles sirve para transmitir la fuerza de los músculos de la pantorrilla al esqueleto del pie, o más precisamente al hueso del talón. Cuando los músculos de la pantorrilla se contraen, el tendón se tira hacia arriba sobre el hueso del talón, levantando así el talón y estirando el pie. Por otro lado, relajando los músculos de la pantorrilla es posible dar un paso con toda la planta del pie.

¿Dónde se encuentra el tendón de Aquiles?

¿Qué problemas puede causar el tendón de Aquiles?

La rotura del tendón de Aquiles se produce principalmente durante la práctica de deportes como correr, esquiar, jugar tenis, fútbol o balonmano. Sin embargo, en la mayoría de los casos el tendón ya está dañado y el tejido se degenera. Además, las inyecciones repetidas de cortisona pueden dañar el tendón hasta tal punto que incluso lesiones menores pueden provocar un desgarro.

El uso excesivo puede provocar irritación del tendón de Aquiles y, además, una inflamación dolorosa (aquilodinia).