Diagnóstico de rotura de cápsula en hombro | Cápsula rota en el hombro

Diagnóstico de rotura de cápsula en el hombro.

Para diagnosticar un desgarro de la cápsula en el hombro, el primer paso es un examen completo examen físico de la articulación por parte del médico y una conversación específica con el paciente sobre la causa de la lesión y los síntomas. Preguntas sobre el paciente historial médico también son relevantes. Las lesiones previas en el hombro, como la luxación del brazo o la presencia de alguna enfermedad, así como la toma de medicación, pueden ser de gran importancia.

A través del examen, el médico puede determinar la estabilidad y el rango de movimiento activo y pasivo del hombro. Si los resultados del examen llevan a la sospecha de que la cápsula o el aparato ligamentoso de la articulación pueden haberse lesionado, el médico iniciará exámenes adicionales. Un simple de rayos X generalmente solo sirve para detectar o excluir lesiones óseas.

An ultrasonido es más probable que el examen proporcione información sobre si la cápsula podría estar lesionada o no. El mejor método para obtener imágenes de un desgarro de cápsula es la resonancia magnética (resonancia magnética). La resonancia magnética es el mejor método para detectar una posible rotura de cápsula en el hombro.

Sin embargo, el examen es costoso y requiere mucho tiempo y, por lo tanto, solo debe realizarse si existe una sospecha fundada y si el resultado del examen está asociado con una consecuencia para el paciente. Por lo tanto, la decisión de realizar una resonancia magnética debe basarse en una discusión médica específica con el paciente y una examen físico del hombro. Si esto lleva a la sospecha de un desgarro de la cápsula en el hombro y esto es confirmado por la resonancia magnética, se puede tomar una decisión sobre si la cirugía es necesaria o no desde el punto de vista médico. A diferencia de la CT (tomografía computarizada), la resonancia magnética no se asocia con la exposición a la radiación. Sin embargo, el examen no debe realizarse si hay metal en el cuerpo, como con un marcapasos o tornillos para huesos después de un accidente.