Diagnóstico de la acornitis | Inflamación del glande.

Diagnóstico de la acornitis

La inflamación del glande normalmente ya es visible a simple vista. Además, la afectación del prepucio suele ser muy evidente por enrojecimiento e hinchazón. El diagnóstico incluye entonces sobre todo la aclaración de la implicación del uretra u otras regiones.

Tanto el inflamación del glande tiene su origen en una infección bacteriana, o si se trata de una inflamación no infecciosa, primero se determina sobre la base de la historial médico y los hallazgos. Luego se realizan exámenes microbiológicos, especialmente si se confirma la sospecha de una causa bacteriana. Estos generalmente incluyen un examen de un frotis del glande en sí, así como un análisis de orina. Los diagnósticos microbiológicos también son muy importantes en el curso posterior del tratamiento. Si no se puede identificar una causa clara, diabetes siempre debe excluirse debido al mayor riesgo para este grupo de personas.

Profilaxis

La mejor profilaxis para prevenir inflamación del glande Es una higiene minuciosa pero no excesiva. Por lo tanto, el pene debe lavarse diariamente, con el prepucio retraído. La mejor forma es con agua tibia y un jabón suave.

Una solución de limpieza demasiado agresiva puede, debido a la resequedad de la piel y al daño de la barrera protectora natural, tender a promover una inflamación del glande. La protección durante las relaciones sexuales también es importante. Esto se aplica tanto al riesgo de infección entre extraños como a la protección de la pareja. En pacientes con fimosis, la circuncisión actúa de manera preventiva contra la inflamación del glande, pero solo debe realizarse cuando sea realmente necesario. Por regla general, esto ocurre cuando hay problemas con la inflamación recurrente del glande, o cuando el fimosis no retrocede por sí mismo.

Pronóstico

El pronóstico de la inflamación del glande es muy bueno. Con la terapia adecuada y si se observan las medidas de higiene personal, la inflamación se puede tratar muy bien. Sin embargo, es posible que se requiera algo de paciencia.

Solo en los casos más raros la balanitis se repite repetidamente. Pero incluso entonces, en caso de duda, se puede ayudar a una circuncisión. Una inflamación del glande no debe quedar sin tratar, ya que en este caso puede provocar adherencias y con el tiempo un estrechamiento del prepucio.