Hiperemesis gravídica: alivio de las náuseas

¿Emesis o hiperemesis gravídica?

Entre el 50 y el 80 por ciento de todas las mujeres embarazadas sufren náuseas y vómitos (emesis gravídica), principalmente en las primeras doce semanas de embarazo. Algunas mujeres incluso tienen que soportar la afección más allá de la semana 20 de embarazo. Sin embargo, aunque los efectos secundarios desagradables se perciban como molestos y perjudiquen gravemente la calidad de vida, no son un signo de enfermedad.

La situación es diferente con la hiperemesis gravídica, que ocurre entre el 0.3 y el 3 por ciento de todas las mujeres embarazadas. En este caso, las náuseas se acompañan de vómitos intensos varias veces al día. Para ser más precisos, los médicos definen la hiperemesis gravídica como cuando los vómitos ocurren más de diez veces al día, cuando las mujeres no pueden retener alimentos o bebidas y pierden más del cinco por ciento de su peso corporal.

La hiperemesis gravídica generalmente comienza entre la sexta y octava semana de embarazo, alcanza su punto máximo alrededor de la semana 6 de embarazo y disminuye alrededor de la semana 8 de embarazo. Es uno de los motivos más habituales de hospitalización en la primera mitad del embarazo.

Hiperemesis gravídica: consecuencias para la madre

Otras consecuencias para la madre pueden ser

  • Pérdida de peso de más del cinco por ciento.
  • Falta de agua (deshidratación)
  • Alteraciones electrolíticas
  • Falta de vitaminas, grasas, minerales, azúcar, etc.
  • Aumento de los ácidos sanguíneos (cetosis)

Como resultado de estas deficiencias, pueden ocurrir anemia, trombosis, enfermedades nerviosas y cerebrales (encefalopatía de Wernicke). También es posible que se produzcan daños en el esófago debido a los vómitos frecuentes. También se ha demostrado una relación entre la hiperémesis gravídica, por un lado, y los trastornos del sueño, la ansiedad y la depresión, por otro.

Hiperemesis gravídica: consecuencias para el niño.

La hiperémesis gravídica también puede tener graves consecuencias para el feto:

  • Nacimiento prematuro (antes de la semana 37 de embarazo)
  • Peso reducido al nacer (menos de 2.5 kilogramos)
  • Tamaño reducido

Sin embargo, la hiperemesis gravídica no parece causar aborto espontáneo (nacimiento antes de la semana 20 de embarazo) ni muerte fetal en el útero.

Factores de riesgo de hiperemesis gravídica

La bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) también podría desempeñar un papel. El germen del estómago es significativamente más común en algunas mujeres embarazadas con hiperemesis gravídica que en mujeres embarazadas sin vómitos graves durante el embarazo. Sin embargo, no se sabe si la bacteria es la causa o consecuencia de la hiperemesis gravídica.

Otros factores de riesgo pueden ser la edad temprana, el primer embarazo o embarazos múltiples. El índice de masa corporal, el tabaquismo o la situación económica de la futura madre no parecen ser significativos.

Diagnóstico mediante procedimiento de exclusión.

Las náuseas intensas, los vómitos intensos o una pérdida de peso de más del cinco por ciento durante el embarazo no necesariamente indican hiperemesis gravídica. Los médicos primero intentan aclarar si otra enfermedad puede estar causando los síntomas. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, enfermedades gastrointestinales (como infecciones, gastritis, pancreatitis), causas neurológicas (como migrañas), enfermedades urogenitales (como infecciones del tracto urinario), enfermedades metabólicas (como niveles elevados de calcio en la sangre) o psicológicas. trastornos (como los trastornos alimentarios). El llamado embarazo molar (mola de vejiga), una rara malformación de la placenta, también puede desencadenar hiperémesis gravídica.

Tratamiento de la hiperemesis gravídica

En el caso de la hiperemesis gravídica, los cambios en el estilo de vida, las terapias complementarias y la medicación pueden aliviar los síntomas.

Cambios en el estilo de vida

En ocasiones, ayuda a las mujeres embarazadas afectadas a cambiar ciertos hábitos en sus vidas. Por ejemplo, las comidas pequeñas pero frecuentes, comer galletas antes de levantarse por la mañana y descansar mucho a veces pueden aliviar las náuseas matutinas intensas y las náuseas constantes. Evite los alimentos grasos o picantes y los olores o situaciones que provoquen náuseas.

Métodos complementarios

Varios métodos complementarios parecen ser eficaces para la hiperemesis gravídica. La acupresión, la acupuntura, la electroestimulación, el entrenamiento autógeno, los masajes y los remedios homeopáticos (Nux vomica, Pulsatilla) pueden aliviar los síntomas. Las plantas medicinales jengibre, manzanilla y menta también pueden ayudar contra las náuseas y los vómitos.

Los métodos complementarios tienen sus límites. Si los síntomas persisten durante un período de tiempo más largo y no mejoran o incluso empeoran, ¡siempre debe consultar a un médico!

Medicamentos

¿Cuándo acudir a la clínica?

Si padece hiperemesis gravídica, está débil y ha perdido una cantidad importante de peso, no dude en consultar con su médico. Porque antes de que usted o su hijo corran el riesgo de sufrir daños, es claramente más sensato ir al hospital. Allí le podrán ayudar a prevenir las posibles consecuencias de la hiperémesis gravídica mediante alimentación artificial (por infusión o sondas de alimentación).