Memoria fotográfica: función, tareas, rol y enfermedades

Fotográfico memoria también se conoce como memoria eidética o icónica. Personas con fotografía memoria tienen el don de recordar detalles, números, letras, imágenes o nombres específicos de la memoria con tanta precisión como si estuvieran mirando una fotografía. Si bien algunas personas solo recuerdan objetos, imágenes o situaciones individuales, otras son capaces de recordar páginas enteras de libros o periódicos de memoria.

¿Qué es la memoria fotográfica?

Las personas con memoria fotográfica tienen el don de recordar detalles, números o imágenes específicos de la memoria con tanta precisión como si estuvieran mirando una fotografía. En el lenguaje común, el término memoria fotográfica se refiere a la capacidad especial de las personas para memorizar situaciones, imágenes, números, letras u objetos, consciente o inconscientemente, sin error durante un largo período de tiempo. Las personas que se dice que tienen este don se sumergen en su memoria como si fuera una fotografía, creando una copia exacta de la información sensorial previamente. La retención conscientemente entrenada que ayuda a los jugadores de ajedrez, por ejemplo, a memorizar cientos de juegos para tener éxito en su juego no es uno de ellos. En este caso, los investigadores suponen más bien un talento para combinar, recordar ciertos órdenes de juego y vincular las constelaciones de piezas significativas con ellos. La psicología habla de una memoria o fenómeno eidético o icónico.

Función y tarea

La memoria icónica almacena información visual precisa en la parte sensorial del cerebro durante un período de varios segundos. Algunas personas pueden almacenar esta información visual durante un período de tiempo más largo más allá de la memoria icónica y luego reproducirla con precisión. Esta parte de la capacidad de la memoria se conoce en lenguaje técnico como memoria eidética. La memoria eidética puede responder preguntas y detalles sobre una imagen o escena y puede nombrar objetos. Un ejemplo que se cita fácilmente es el de la persona que hojea un libro y luego puede recordar exactamente qué línea o pasaje se encuentra en qué página. El hecho de que posteriormente sea capaz de recordar líneas o pasajes individuales de la lectura con precisión de página no significa que haya entendido el contenido. Aunque la gente probablemente usa sólo una cuarta parte de su cerebro capacidad de manera significativa, normalmente no tienen memoria fotográfica porque la capacidad del cerebro para absorber información es limitada. Además, el proceso de olvidar información poco importante es una parte esencial de la memoria. Los eidéticos ahondan en su memoria como si fuera una fotografía. Sin embargo, esta memoria no es completamente reproducible. A partir de cierta edad, los niños suelen ser superiores a los adultos con el juego de memoria “Memory”. Tienen un don especial para recordar las imágenes de las cartas boca abajo y sus posiciones. Los estudios muestran que entre el cinco y el diez por ciento de los niños tienen una memoria eidética, pero la pierden más tarde, presumiblemente debido a la posterior reconstrucción y reducción de las conexiones neuronales responsables de la memoria. Las series experimentales con grandes simios resultan aún más positivas. Los grandes simios son más capaces de recordar la disposición de las imágenes y los dígitos que los humanos (como se muestra, por ejemplo, en los experimentos de Inoue y Matsuzawa, 2007, Matsuzawa, 2009). Los humanos adultos tienen en cuenta la vida cotidiana cargada de altas demandas e impresiones de información y caen en una economía de la información, con la que recuerdan solo la información e impresiones que son importantes para ellos y olvidan la mayor parte del resto de su memoria. La desaparición de la memoria eidética a partir de la pubertad está asociada al fenómeno de la aceleración, la aceleración del desarrollo, que se ha incrementado rápidamente en el transcurso de la segunda mitad del siglo pasado y provocó cambios profundos en nuestra vida cotidiana. La capacidad de recordar con precisión palabras, imágenes, números y nombres depende de la cerebrola neuroplasticidad y su capacidad para reorganizar y borrar repetidamente las conexiones. Los científicos creen que es imposible recordar cada detalle como en una "fotografía interior" y recordarlo más tarde.

Enfermedades y dolencias

La investigación médica sugiere que la memoria eidética está asociada con daños en el lóbulo temporal del cerebro. Este daño ocurre muy temprano con el período de desarrollo embrionario. La mayoría de las personas afectadas son hombres, incluidos muchos autistas. Se sabe que estos tienen una capacidad extraordinaria para recordar información y detalles precisos y recordar este recuerdo en cualquier momento. La capacidad limitada del cerebro humano condiciona la selección de información importante e inconsciente. Este mecanismo es importante porque, de lo contrario, el cerebro se inundaría con información que no puede procesar. Esta situación representa un aumento estrés nivel, que, si dura más, puede manifestarse en efectos negativos como reacciones emocionales exageradas y enfermedades psicológicas. El término "memoria fotográfica" no se utiliza de forma coherente en la vida cotidiana. Muchas personas pueden recordar casi todos los detalles de sus vidas y las circunstancias que las acompañan durante décadas, y muchas impresiones son meramente de carácter acompañante o sin importancia. Este es también el caso de la estadounidense Jill Price, que puede recordar todos los días de su vida desde 1980. En marzo de 2006, investigadores del cerebro de la Universidad de California abordaron la memoria aparentemente fenomenal de la californiana y dedicaron un estudio en la revista técnica ”. Neurocase ”para ella. Jill Price recuerda no solo todos los días de su vida durante 35 años, sino también las circunstancias que la acompañaron y que sucedieron durante ese tiempo. Por ejemplo, puede nombrar exactamente lo que sucedió en una fecha en particular, como un accidente aéreo el 19 de julio de 1989, que había visto en las noticias. Sin embargo, admitió estar particularmente interesada en este tema y testifica que no recuerda cosas que no son importantes para ella, como poemas memorizados de niña o fechas históricas. Por lo tanto, es más probable que Jill Price tenga una memoria autobiográfica, con la que el subconsciente almacenó impresiones de su vida que fueron particularmente importantes para ella. La investigación sobre la memoria humana en general todavía no tiene una base científica válida, ya que hasta la fecha no existen hallazgos consistentes.