¿Pueden ayudar los medicamentos? | Miedo a perder

¿Pueden ayudar los medicamentos?

Básicamente, la terapia con medicamentos de miedo a perder debe ser siempre el último recurso y otros enfoques terapéuticos, como cambios en la vida cotidiana o psicoterapia, debe ser percibido de antemano. La mayoría de los fármacos utilizados para el tratamiento de miedo a perder están aprobados para el tratamiento de trastornos de ansiedad, a la que miedo a perder se puede atribuir a partir de cierto nivel. Es importante que una terapia con medicamentos siempre vaya acompañada de una terapia psicoterapéutica, generalmente una terapia de comportamiento, ya que solo esto puede tratar la causa de la ansiedad.

Medicamentos utilizados en el tratamiento de trastornos de ansiedad son varios antidepresivos, ansiolíticos especiales (ansiolíticos), como buspirona o benzodiazepinas. Sin embargo, lo que todos tienen en común es que solo pueden suprimir los síntomas y no tienen ningún efecto curativo. A continuación se ofrece una descripción general de los diferentes antidepresivos: Antidepresivos: ¿qué medicamentos están disponibles?

Duración

La duración de los miedos a la pérdida puede ser muy variable, esto depende por un lado de la experiencia traumatizante que provocó el desarrollo de los miedos, pero también del objeto objetivo de estos miedos y de un posible tratamiento. Los miedos a la pérdida, por ejemplo, que comenzaron en la infancia y proyectarse sobre la pareja, pueden durar varias décadas si no se tratan. Sin embargo, si los temores de pérdida no están fuertemente desarrollados, también pueden desaparecer en unos pocos años porque la pérdida esperada no ha ocurrido. Por lo tanto, la duración básica de los miedos es muy difícil de describir y no se puede predecir para el paciente individual.

Miedo a perder en el niño

El desarrollo del miedo a la pérdida es un problema muy común en los niños. Sin embargo, el alcance de este miedo puede variar mucho y es importante diferenciar entre el miedo "normal" y el excesivo a la pérdida. Por ejemplo, los niños al comienzo de Kindergarten casi siempre se quejan de la separación de sus padres.

Sin embargo, este comportamiento suele durar solo unos días o semanas. Sin embargo, si este miedo es permanente y en última instancia conduce a la terminación de Kindergarten asistencia, existe la sospecha de un miedo excesivo a la pérdida. Estos miedos suelen deberse a experiencias muy tempranas que traumatizan al niño, como la pérdida de un padre por divorcio o muerte.

Como reacción compensatoria, se desarrollan temores excesivos de pérdida con respecto a otro cuidador. La terapia de estos miedos puede resultar bastante difícil. Esto se debe al hecho de que los temores de pérdida de los niños se hacen realidad casi a diario, aunque solo sea por unas horas, por ejemplo, cuando asisten Kindergarten. Por lo tanto, en este punto, suele ser necesario un destete muy lento del cuidador para reducir los miedos. Sin embargo, tiene sentido tratar los temores de pérdida, que ya están reconocidos en la infancia, lo antes posible para prevenir su impacto en el desarrollo de la personalidad.