Miedo a la pérdida

Definición

El miedo a la pérdida de seres queridos, dinero, trabajo, animales y muchas otras cosas probablemente siente cada ser humano en el transcurso de la vida. Aquí puede presentarse con una intensidad claramente fluctuante, desde nada menos que un motivo oculto hasta el miedo existencial a la pérdida. La mayoría de las veces, el miedo a la pérdida se produce en el contexto de las relaciones, es decir, el miedo a perder a una pareja amada.

Las causas de los fuertes temores de pérdida pueden ser muy multifacéticas y los temores ocurren en todas las etapas de la vida. Dado que todo el mundo siente miedo a la pérdida, siempre se trata de hasta qué punto el miedo a la pérdida es patológico o no. Los temores de pérdida intensos y duraderos, especialmente en los niños, pueden tener una influencia significativa en el desarrollo de la personalidad.

Causas

Las causas que llevan al desarrollo del miedo a la pérdida son tan diversas como los diferentes objetos de este miedo (socios, animales, dinero). A menudo, sin embargo, los afectados informan pérdidas incisivas que se produjeron durante la infancia o más tarde, como la pérdida de un ser querido, como los padres, por muerte o divorcio. Como reacción a esta experiencia formativa, existe un miedo excesivo a nuevas pérdidas, pero estas no siempre tienen que estar relacionadas con la primera experiencia.

El sentimiento de seguridad ya no existe para el niño y él o ella intenta crearlo él mismo. Así, las personas con fuertes miedos a la pérdida se aferran a las cosas para no perderlas. La pérdida inminente no se percibe como una simple parte de la vida, como es el caso del miedo normal a la pérdida, sino como una pérdida existencial. Por lo tanto, los temores a la pérdida son siempre el resultado de experiencias traumáticas de pérdida.

Diagnóstico

No existen pruebas psicológicas específicas utilizadas en el diagnóstico del miedo a la pérdida para demostrarlo. Más bien, el diagnóstico se realiza a través de una entrevista psicológica en profundidad en la que se pueden identificar diversos signos de miedo excesivo a la pérdida, si están presentes. Estos incluyen, por un lado, como consecuencia directa de estos miedos, el excesivo apego a cosas como la pareja o el trabajo.

La pérdida inminente no se ve aquí como una parte normal de la vida, sino como una amenaza existencial a la propia felicidad. Por lo tanto, las personas con temores pronunciados de pérdida reaccionan a las pérdidas con un dolor excesivo, que incluso puede conducir a depresión.. Además, el miedo a la pérdida se asocia a menudo con una actitud pesimista fundamental hacia muchas cosas. No es infrecuente que los afectados desarrollen compulsiones pronunciadas para controlar el objeto de la pérdida. Se han descrito numerosos casos de miedo a la pérdida en relaciones en las que un miembro de la pareja desea obtener el máximo control sobre el otro.