Terapia hormonal: tratamiento, efectos y riesgos

Hormona terapia forestal o el tratamiento hormonal se puede utilizar para complementar o reemplazar el propio cuerpo hormonas. Hormona terapia forestal se utiliza en diversas áreas de la medicina. Dependiendo de varios factores, la hormona terapia forestal conlleva riesgos que pueden controlarse.

¿Qué es la terapia hormonal?

La terapia hormonal es un procedimiento de tratamiento médico que implica el uso de varios hormonas con medicación. La terapia hormonal es un procedimiento de tratamiento médico en el contexto del cual varios hormonas se utilizan con fines medicinales. Dependiendo del cuadro clínico, la terapia hormonal también implica el uso de sustancias con efecto antihormonal. De esta manera, por ejemplo, la producción de ciertas hormonas endógenas puede bloquearse o retrasarse si esto supone un beneficio médico. Dependiendo de la forma de terapia hormonal, la naturaleza de los medicamentos hormonales puede variar:

Por ejemplo, la terapia hormonal puede involucrar administración de hormonas naturales u hormonas sintéticas (producidas artificialmente). Además de hormonas naturales como drogas, también existen las llamadas hormonas idénticas a la naturaleza, que son administradas por varios representantes de la terapia hormonal.

Función, efecto y objetivos

Las áreas de aplicación de la terapia hormonal son diversas. La terapia hormonal se usa, por ejemplo, en el campo médico de la ginecología: por ejemplo, las hormonas sexuales femeninas se usan para tratar las quejas asociadas con menopausia (también conocido como climaterio). Durante menopausia, el nivel de estrógeno en el cuerpo femenino desciende, entre otras cosas, por lo que la hormona sexual estrógeno se puede administrar como parte de la terapia hormonal si una mujer experimenta síntomas graves. Dicha terapia hormonal está destinada a combatir síntomas como la fragilidad uñas en las manos y los pies o sequedad severa del piel y pelo. Además de la hormona sexual estrógeno, hormonas como la progestina o progesterona también se puede utilizar como parte de una terapia hormonal correspondiente. Otra forma de terapia hormonal en el contexto de la ginecología es anticoncepción con la ayuda de la llamada píldora anticonceptiva. Dependiendo del producto, este medicamento contiene las hormonas progestina y estrógeno en diferentes composiciones. El estrógeno contenido en la píldora anticonceptiva suprime ovulación, mientras que la progestina previene la fertilización de un óvulo. Otra área de aplicación de la terapia hormonal es el tratamiento de la disfunción tiroidea: si un paciente tiene hipoactividad glándula tiroides, por ejemplo, esto a menudo conduce a una producción restringida o incluso ausente de hormonas tiroideas. Dado que estas hormonas juegan un papel importante en los procesos metabólicos corporales, entre otras cosas, se suministran al cuerpo como parte de la terapia hormonal. Esta forma de terapia hormonal también se llama terapia de sustitución. Si el glándula tiroides está agrandado en una persona afectada, por ejemplo, el objetivo de la terapia hormonal puede ser reducir la actividad tiroidea. Esta forma de terapia hormonal se denomina terapia de supresión. La terapia hormonal también juega un papel en el tratamiento de varios cánceres. En este contexto, una forma de terapia hormonal también se conoce como terapia antihormonal: aquí, se inhiben las propias hormonas del cuerpo, lo que de otra manera promovería el crecimiento de ciertas hormonas. células cancerosas células. En muchos casos, la terapia hormonal dirigida complementa quimioterapia o radioterapia en la lucha contra células cancerosas.

Riesgos y peligros

Además de sus beneficios, la terapia hormonal también puede conllevar varios riesgos y peligros. Por ejemplo, los estudios han demostrado que el uso de terapia hormonal con hormonas sexuales femeninas estrógeno y progestina para combatir síntomas de la menopausia puede estar asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama. Otros posibles riesgos de la terapia hormonal, según los expertos, incluyen una mayor susceptibilidad a los accidentes cerebrovasculares, corazón ataques y venosos trombosisEl nivel de riesgo asociado con la terapia hormonal depende, entre otras cosas, de la duración del tratamiento, la dosis de hormonas administradas y también la forma en que se administran las hormonas:

Por ejemplo, los estudios han demostrado que el riesgo de trombosis asociado con la terapia hormonal en mujeres menopáusicas disminuye cuando las hormonas se administran a través del piel (por ejemplo, a través de parches o cremas) en lugar de usar tablets. Y la naturaleza de las hormonas sexuales administradas también puede influir en los riesgos de la terapia hormonal: entre otras cosas, la administración de sintético progestinas se ha demostrado que está asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama que la administración de natural progesterona.