Sinestesia: ¿heredada o aprendida?

Las mujeres tienen más probabilidades de verse afectadas por la sinestesia que los hombres; las estimaciones varían desde un ligero aumento hasta una incidencia de 7 veces. Las personas afectadas informan que "siempre" han vivido con el acoplamiento de sus sentidos "desde que tienen memoria". Mientras tanto, hay indicios de que, en principio, los recién nacidos tienen esa capacidad, pero en la mayoría de las personas estos sinapsis atrofia después de unos meses. Aún no está claro por qué esto no sucede en los sinestésicos. Sin embargo, dado que ocurre con frecuencia en familias, bien podría estar determinado genéticamente y, por lo tanto, ser hereditario. Es interesante que ciertas características se presenten con más frecuencia en los sinestésicos que en otros. Estos incluyen la superdotación y la creatividad, pero también la sensibilidad a los trastornos del sonido y de la atención. Quizás esto pueda considerarse como consecuencias positivas y negativas de una mayor percepción de estímulos; las relaciones exactas aún no se han aclarado.

La sinestesia no se puede aprender

Incluso las personas sin sinestesia a veces tienen memoria experiencias en las que algunos sentidos interactúan parcialmente. Así, al escuchar cierta música, uno siente exactamente el deseo que tenía 20 años antes al bailar esta canción con la amada, o huele la tarta de manzana de la abuela que solía tararear exactamente esta canción de éxito mientras cocinando. Pero tales asociaciones sensoriales conscientes no tienen nada que ver con la visión de color típica e innata. En los no sinestésicos, los estímulos sensoriales se asignan a ciertas situaciones y, por lo tanto, se almacenan en el cerebro. Así, al recordar, emergen del memoria juntos. La sinestesia real, sin embargo, se produce de forma involuntaria, espontánea y sin que el afectado pueda preverla o filtrarla fuera de su conciencia.

La tecnología médica muestra lo que está pasando

La sinestesia no tiene nada que ver con alucinaciones; ocurre con la conciencia despejada. La medicina moderna ha podido demostrar que la visión del color, por ejemplo, no es la imaginación de los afectados. El EEG y especialmente funcional

imagen de resonancia magnética puede mostrar la actividad del individuo cerebro áreas en tiempo real. De esta forma, los científicos han podido demostrar que en los sinestésicos, un único estímulo sensorial, en la mayoría de los casos un sonido, activa no solo el centro auditivo, sino también el centro visual al mismo tiempo. Por lo tanto, las experiencias de color son “reales” incluso si la persona afectada es la única que puede verlas.