Síntomas Lipoma del cuello

Síntomas

En la mayoría de los casos, los lipomas no muestran ningún síntoma particular. Solo son palpables como bultos debajo de la piel y generalmente son suaves y móviles. Normalmente no causan dolor.

Solo en determinadas situaciones, como la presión directa o determinados movimientos en los que el lipoma está estirado o presionado, puede dolor ocurrir. Si el lipoma está localizado en el cuello área, puede causar ciertos síntomas en determinadas circunstancias y dependiendo de su tamaño. Por ejemplo, si tiene un diámetro grande, puede ejercer presión sobre vasos y/o los nervios y así dar lugar a quejas como dolor, malestar, hormigueo o incluso obstáculo.

También puede restringir el rango de movimiento del cuello músculos. Los lipomas muy grandes o de rápido crecimiento a veces pueden causar una sensación de tensión en los afectados, que potencialmente puede ir acompañada de dolores de cabeza o incluso ataques directos de dolor de cabeza. Sin embargo, también es posible que los lipomas más grandes en el cuello a menudo están expuestos a una mayor irritación mecánica en el área del cuello de la ropa y se inflaman. En tales casos, sin embargo, el daño mecánico ya es tan grande que la remoción del lipoma debe recomendarse.

Diagnóstico

El tamaño de los lipomas puede variar mucho, el diámetro más largo puede estar entre uno y más de diez centímetros. En la mayoría de los casos, sin embargo, los lipomas miden menos de cinco centímetros cuando se descubren y crecen muy lentamente. Dependiendo del tamaño, también se revelan los respectivos hallazgos de la palpación.

Cuando se siente un bulto debajo de la piel por primera vez, siempre se debe consultar a un médico lo antes posible para aclarar la situación y, si es necesario, descartar un tumor maligno, el médico luego evalúa el tumor en función de ciertos criterios como como su movilidad, consistencia o capacidad para separarse del tejido circundante y puede solicitar más imágenes. Esto se puede hacer mediante ultrasonido, un Rayos X o incluso mediante resonancia magnética (MRI) o tomografía computarizada (TC). Ultrasonido se puede utilizar en particular para visualizar lipomas en el subcutáneo tejido graso que no son muy profundos.

Si este es el caso, el médico puede usar este método para distinguir un lipoma de otros tumores similares a un quiste. Si los hallazgos tampoco pueden diagnosticarse claramente mediante imágenes, se puede tomar una muestra de tejido para permitir una evaluación precisa bajo el microscopio. Este es el método que permite evaluar con certeza definitiva la malignidad del tumor.