Preparación | Terapia con láser

PREPARACIÓN

Antes de cada tratamiento, el médico tratante debe informar a los pacientes en detalle sobre el próximo tratamiento. Todos los posibles riesgos deben explicarse y sopesarse. La decisión de terapia con láser debe realizarse individualmente para cada paciente, ya que depende del tipo de tratamiento y del propio paciente. Por regla general, se trata de una terapia ambulatoria, es decir, se realiza en una consulta o se puede salir del hospital el día del procedimiento. En la mayoría de los casos, un sangre la muestra tampoco es necesaria.

Procedimiento

El curso de un tratamiento con láser también depende de la enfermedad subyacente y el alcance de la aplicación. UN terapia con láser Por lo general, se realiza de forma ambulatoria en una práctica médica. En algunos casos, la zona tratada se anestesia localmente previamente con un analgésico, ya que la aplicación del láser puede ser muy dolorosa.

La anestesia no es necesaria en la mayoría de los casos. Tanto el paciente como el médico deben usar gafas protectoras, ya que el láser puede dañar los ojos. Por medio de un dispositivo especial, el rayo láser se dispara a la parte del cuerpo.

Por lo general, no se trata de un haz continuo, sino de una gran cantidad de disparos. Por lo general, son necesarias varias citas de tratamiento. Después del tratamiento, la piel necesita cuidados especiales.

Riesgos

Terapia con láser genera calor, que puede provocar lesiones en la piel. El uso incorrecto puede provocar quemaduras o pequeñas heridas que pueden infectarse. Además, pueden aparecer cicatrices, enrojecimiento, ampollas o edemas.

Un láser tiene efectos negativos en los ojos en particular, por lo que siempre se deben usar gafas protectoras. Además, puede causar graves dolor. Se debe tener cuidado de que el médico tratante ya haya realizado algunas terapias con láser y tenga un certificado calificado.

¿Es doloroso?

La aplicación de un láser en la piel suele ser un tratamiento doloroso. Sin embargo, depende de la ubicación del tratamiento. La aplicación de los rayos de luz provoca pequeños dolores punzantes, similares a una pequeña choque. Un solo disparo del rayo láser no es doloroso, pero dado que se aplica una gran cantidad de disparos láser, esto puede causar dolor tiempo extraordinario. La escleroterapia de las venas también es dolorosa, por lo que a menudo se realiza bajo anestesia local.