Musculatura del peroné | Peroné (peroné)

Musculatura del peroné

El peroné consta de tres músculos, el largo (M. fibularis longus), el corto (M. fibularis brevis) y el llamado tercer músculo peroné (M. fibularis tertius). El músculo peroné largo tiene su origen en el cabeza del peroné. A partir de ahí se mueve a lo largo del exterior de la parte inferior. pierna.

Justo encima del exterior tobillo, el músculo se convierte en un tendón largo. Este corre detrás del extremo inferior del peroné y desde allí a través del arco del pie, estabilizándolo. El tendón finalmente comienza en el metatarsiano del dedo gordo del pie y el hueso esfenoides del tarsiano.

El músculo corto del peroné se origina en el tercio inferior del eje del peroné y está unido al metatarsiano del quinto dedo del pie con su tendón. Ambos músculos sirven para estirar el pie hacia abajo (flexión plantar) e inclinarlo hacia adentro (pronación). El tercer músculo peroné en realidad no es un músculo independiente, sino una división del extensor largo del dedo del pie (M. extensor digitorum longus). Tira del tercio inferior del inferior. pierna desde el frente del peroné hasta el metatarsiano hueso del quinto dedo del pie y apoya la elevación del pie (extensión dorsal) y la inclinación hacia adentro (pronación). (tomado del frente):

  • Peroné (peroné)
  • tibia (tibia)
  • Pierna del corvejón (astrágalo)
  • Sindesmosis

Dolor en el peroné

Dolor en el peroné puede tener varias causas. Una de las principales causas es fractura del peroné. Otras fuentes de dolor pueden ser los músculos del peroné y el nervio fibular (N. fibularis communis).

Este último es una de las dos ramas principales del nervio ciático. Corre a lo largo de la parte exterior de la rodilla a lo largo del cabeza del peroné y es muy susceptible a la irritación e inflamación debido a su proximidad al hueso. Esto generalmente se manifiesta en dolor directamente encima del cabeza del peroné, que se irradia hacia abajo, así como en sensaciones como hormigueo en la parte inferior pierna.

La terapia se suele realizar con analgésicos y medicación para combatir la inflamación. Si el dolor emana de los músculos del peroné, la causa suele ser la tensión. Esto a menudo es causado por una mala posición de las piernas, por ejemplo, rodillas. La tensión suele ser palpable desde el exterior como un claro endurecimiento de la musculatura. Como terapia adicional se recomiendan ejercicios fisioterapéuticos y masajes para relajar la musculatura, así como entrenamiento para mejorar la postura y corregir las malas posiciones.