Ojos saltones (exoftalmos): causas, diagnóstico

Ojos saltones: Descripción

La protrusión de los ojos, conocida popularmente como “ojos saltones”, los médicos la llaman exoftalmos o protrusio bulbi (abultamiento del globo ocular).

Normalmente hay suficiente espacio en la cuenca del ojo del cráneo, la órbita, para acomodar el globo ocular junto con los músculos, los nervios y la grasa. Sin embargo, la cavidad ósea no permite mayores aumentos de tamaño. Por lo tanto, si el tejido existente se hincha como resultado de una inflamación o enfermedad, el globo ocular sólo puede moverse hacia afuera.

Esto no sólo tiene consecuencias estéticas: la mayoría de las veces, otros problemas graves se deben a los “ojos saltones”:

  • Debido al cierre imperfecto de los párpados, el ojo (especialmente la córnea) se seca (xeroftalmia).
  • Son frecuentes las inflamaciones oculares y los desgarros de la córnea.
  • Los trastornos visuales en forma de visión doble (diplopía) pueden deberse a la deformación del globo ocular, el estiramiento de los músculos oculares o el daño al nervio óptico.

Los “ojos saltones” pueden ocurrir unilateral o bilateralmente, según la causa. En las enfermedades sistémicas (es decir, enfermedades que afectan a un sistema de órganos completo o a todo el cuerpo), ambos globos oculares suelen sobresalir. Si, por el contrario, solo un lado presenta exoftalmos, esto puede ser signo de un tumor, inflamación o lesión.

Ojos hinchados: Causas y posibles enfermedades

Orbitopatía endocrina

La orbitopatía endocrina (metabólica) también se llama exoftalmos endocrino. Es una inflamación inducida inmunológicamente del contenido de la órbita. Los síntomas incluyen exoftalmos unilateral o bilateral (unilateral o bilateral), alteraciones en la motilidad de los globos oculares (al ver imágenes dobles) y cambios característicos en los párpados.

En la gran mayoría de los casos, la orbitopatía endocrina se produce en el contexto de la enfermedad de Graves. Esta es una enfermedad autoinmune de la glándula tiroides, que se asocia con hipertiroidismo y ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres. Típico de la enfermedad es la aparición combinada de tres síntomas (llamados “tríada de Merseburg”): ojos hinchados, agrandamiento de la glándula tiroides (bocio o bocio) y palpitaciones (taquicardia).

Aún no se comprende completamente por qué los ojos se vuelven saltones en la enfermedad de Graves. Es probable que los procesos autoinmunes (ataques del sistema inmunológico contra las propias estructuras del cuerpo) provoquen inflamación y agrandamiento de la almohadilla grasa detrás del globo ocular y de los músculos oculares.

También en raras ocasiones, la orbitopatía endocrina se presenta como una enfermedad independiente.

Inflamaciones oculares

Diversas inflamaciones en el área de los ojos también pueden ser la causa de los “ojos saltones”.

  • Orbitaflemona: esta inflamación bacteriana de la órbita suele ser el resultado de una sinusitis. Debe tratarse lo antes posible, ya que en unas pocas horas el nervio óptico puede quedar completamente destruido. Los síntomas del naflemón orbitario son movilidad ocular limitada, dolor intenso, alteraciones visuales, hinchazón del ojo, exoftalmos, fiebre y sensación de enfermedad.
  • Pseudotumor orbitae: una inflamación no bacteriana de causa desconocida afecta el tejido de la órbita y provoca síntomas como exoftalmos unilateral, dolor y alteraciones visuales.
  • Granulomatosis con poliangeítis: esta enfermedad reumática muy rara se llamaba anteriormente enfermedad de Wegener. Es una enfermedad vascular inflamatoria crónica que puede afectar tanto a los ojos como a otros órganos. Esto puede manifestarse, entre otras cosas, con “ojos saltones” y alteraciones visuales.

Tumores orbitarios

  • Meningioma (meningioma): Se trata de un tumor cerebral normalmente benigno que, dependiendo de su ubicación, también puede presionar el ojo y provocar glaucoma.
  • Cavernoma (hemangioma cavernoso): Se trata de una malformación vascular benigna que, en principio, puede desarrollarse de nuevo en cualquier órgano, incluida la cuenca del ojo. Los vasos de paredes delgadas de un cavernoma presentan riesgo de hemorragia.
  • Neurofibroma: este es un tumor benigno que surge de las células de soporte del tejido nervioso periférico (células de Schwann). Puede formarse en la órbita y otras áreas, pero ocurre más comúnmente en la piel.
  • Metástasis: Los tumores hijos de tumores cancerosos también pueden ocurrir en el ojo y luego provocar "ojos saltones".
  • Enfermedad de Hand-Schüller-Christian: este es un nombre obsoleto para una manifestación de la histiocitosis de células de Langerhans, una enfermedad rara de causa desconocida en la que hay una proliferación de ciertas células inmunes (granulocitos). La enfermedad afecta principalmente a niños y suele ser benigna, aunque también puede ser maligna. El síntoma clásico son los “ojos saltones”, rara vez hay alteraciones visuales o estrabismo. Además del exoftalmos, a menudo se observan infecciones crónicas del oído.

Otras causas

  • otros traumatismos: los golpes en el ojo por caídas o puñetazos pueden provocar fractura de la órbita ósea y "ojos saltones". Un signo común de tal ruptura es un "hematoma monocular" ("hematoma de gafas"), en el que uno o ambos ojos están rodeados por un hematoma circular. Esto es significativamente más grande que un “ojo morado” normal. También suelen producirse alteraciones visuales. ¡Las personas afectadas deben buscar atención médica lo antes posible!
  • Hemorragia retrobulbar (iatrogénica): durante la cirugía ocular, a los pacientes generalmente se les inyecta un anestésico local en el borde de la cuenca del ojo. Esto puede provocar sangrado detrás del globo ocular (hemorragia retrobulbar) con formación de exoftalmos.

Ojos lúgubres: ¿cuándo hay que acudir al médico?

La protrusión de uno o ambos ojos desde la órbita es siempre un motivo para consultar a un médico, ya sea que el exoftalmos se desarrolle lentamente con el tiempo (como en la enfermedad de Graves) o se produzca de forma aguda después de un golpe en el ojo u otra lesión en la cara. En el segundo caso, incluso se debe consultar a un médico lo antes posible. Posiblemente, la causa del “glubschauauge” son hemorragias detrás del globo ocular o fracturas de la órbita ósea del ojo. Si el nervio óptico resultó lesionado o contraído, la ceguera es inminente.

Ojos glube: ¿Qué hace el médico?

A esto le sigue un examen detallado de los ojos. Entre otras cosas se utiliza un exoftalmómetro. Esto le permite al médico medir cuánto sobresale un ojo. Se consideran cambios patológicos valores de 20 milímetros o más o una diferencia lateral de más de dos milímetros.

La medición con el exoftalmómetro también es muy adecuada para controlar el progreso del exoftalmos endocrino.

Además, se realizan otros exámenes oftalmológicos, como un examen ocular, determinación del campo visual y examen del fondo de ojo. Durante estos exámenes, el médico también busca características típicas de la orbitopatía endocrina. Uno de ellos es el signo de Dalrymple: mirando al frente, se ve una franja estrecha de la parte blanca del ojo (esclerótica) entre el borde del párpado superior y el borde superior de la córnea.

Los análisis de sangre pueden aclarar la sospecha de una disfunción tiroidea como causa de los “ojos vidriosos”. En particular, los distintos valores de tiroides proporcionan información aquí. Los parámetros inflamatorios alterados en la sangre pueden indicar procesos inflamatorios. Con una prueba de frotis se puede determinar si las bacterias están detrás de tales inflamaciones y cuáles exactamente.

Exoftalmos – Terapia

El tratamiento del exoftalmos depende de la causa subyacente. Por ejemplo, los trastornos metabólicos relacionados con la tiroides suelen tratarse con medicamentos, aunque en muchos casos esto no mejora el exoftalmos. En este caso, es importante tomar medidas que ayuden contra las molestias oculares y eviten daños mayores en los ojos. Estos pueden incluir gotas para los ojos y medicamentos que previenen la sequedad de los ojos y mejoran la motilidad.

En el caso de una infección bacteriana, el médico suele recetar antibióticos.

En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía, como en la enfermedad de Graves que no responde a los medicamentos o si un tumor es la causa de los "ojos saltones".

El tratamiento del exoftalmos o de la enfermedad subyacente requiere muchas veces de la interacción de diferentes especialistas como oftalmólogo, neurólogo, otorrinolaringólogo, internista y/o cirujano oral y maxilofacial. Además, la atención psicoterapéutica puede ser útil si las personas afectadas sufren mucho psicológicamente por el “glubschauaugen”.

Glubschauugen: lo que puedes hacer tú mismo

Los ojos saltones siempre pertenecen a la atención médica. Sus propias posibilidades para luchar activamente contra los "glubschauugen" existentes o para prevenir el exoftalmos son limitadas:

  • Es muy importante mantener la córnea del ojo húmeda (por ejemplo, con gotas para los ojos). Esto puede prevenir inflamación, ulceración y lesiones o desgarros en la córnea.
  • Las pruebas periódicas de los niveles de tiroides pueden revelar rápidamente cambios anormales, lo que permite un tratamiento temprano.
  • Si tiene predisposición a la enfermedad de Graves, debe evitar los factores de riesgo que puedan estar implicados en la aparición de la enfermedad. Estos incluyen el estrés y el tabaquismo.
  • Si tiene problemas de visión, se recomiendan visitas periódicas a su oftalmólogo. Los cambios en la visión y el globo ocular se pueden detectar en una fase temprana. Además, en caso de aparición repentina de alteraciones visuales, visión doble o visión disminuida, ¡definitivamente debes consultar a un oftalmólogo inmediatamente!