Fotofobia: causas, tratamiento, riesgos

Fotofobia: Descripción

Se puede tener miedo de casi cualquier cosa, incluida la luz. Sin embargo, la fotofobia como trastorno de ansiedad clásico ocurre sólo ocasionalmente. Generalmente una enfermedad física desencadena el trastorno de sensibilidad de los ojos:

La fotofobia o timidez a la luz es uno de los trastornos visuales subjetivos. Los ojos de la persona afectada pueden arder o lagrimear, enrojecerse o secarse. A menudo, la sensibilidad a la luz va acompañada de mareos, dolores de cabeza y migrañas. Los casos graves son característicos del dolor agudo y la pérdida de la visión.

Fotofobia: causas y posibles enfermedades

En los ojos sensibles a la luz, este reflejo se activa incluso con poca luminosidad. Los mecanismos exactos detrás de esto aún se desconocen en gran medida. Sin embargo, los investigadores sospechan que un nervio hiperactivo transmite demasiados estímulos al cerebro.

Fotofobia causada por estímulos externos.

Los estímulos externos que pueden desencadenar la fotofobia incluyen:

  • aplicación incorrecta de lentes de contacto
  • Rayos ultravioleta, quemaduras solares, ceguera.
  • lesiones
  • Exposición a productos de cuidado
  • daño tóxico a la membrana

Fotofobia y enfermedades oculares.

Varias enfermedades oculares también pueden estar asociadas con la fotofobia, como por ejemplo:

  • ojo seco con película lagrimal baja
  • Glaucoma (incluida la variante congénita: glaucoma infantil temprano)
  • Opacidad del cristalino (catarata)
  • dilatación de la pupila (midriasis)
  • Malformaciones congénitas: formación de hendiduras en el iris, daltonismo total (acromatopsia), falta de pigmentación del iris (albinismo), defecto del iris (aniridia)

Fotofobia en otras enfermedades.

En el contexto de otras enfermedades también se pueden desarrollar ojos fotosensibles, por ejemplo en caso de:

  • Resfriado comun
  • Traumatismo craneoencefálico (como una conmoción cerebral)
  • Hemorragia cerebral
  • Tumor cerebral
  • Enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide o la fibromialgia (forma de reumatismo de los tejidos blandos)
  • psoriasis (psoriasis)
  • meningitis (inflamación del cerebro)
  • Tuberculosis
  • Sarampión
  • Rabia
  • Sífilis
  • Epilepsia

Fotofobia: ¿cuándo es necesario acudir al médico?

Sin embargo, si la fotofobia persiste durante un período de tiempo más prolongado y se siente muy restringido por ella, debe consultar a su oftalmólogo. Es posible que detrás haya una enfermedad ocular que deba ser tratada por un especialista. Debe tomarse en serio los síntomas si también experimenta dolor en los ojos y reducción de la agudeza visual. ¡Entonces es urgente visitar al oftalmólogo!

Fotofobia: ¿Qué hace el médico?

En primer lugar, el oftalmólogo examinará su historial médico: durante una conversación con usted, le preguntará exactamente sobre sus quejas y enfermedades anteriores.

Luego siguen varios exámenes oculares: el médico examina el ojo (incluida la córnea) con una lámpara de hendidura y comprueba su visión. Si existe cierta sospecha de la posible causa de la fotofobia, más exámenes pueden aportar claridad.

Tratamiento de la fotofobia

Si la fotofobia en realidad se debe a una enfermedad ocular, se utilizan medicamentos antiinflamatorios, analgésicos y/o antibacterianos según sea necesario. Si los ojos secos son el motivo de la fotofobia, las lágrimas artificiales pueden ayudar (pero no deberían convertirse en una solución permanente).

A veces, la medicación por sí sola no es suficiente para controlar los síntomas. Entonces puede ser necesaria una terapia multimodal, que incluya cuerpo, mente y alma.

Fotofobia: lo que puedes hacer tú mismo

Hasta que la enfermedad subyacente desaparezca, las habitaciones oscuras o las gafas de sol pueden ayudar con la fotofobia. Sin embargo, optar por gafas de sol no debería convertirse en una solución permanente. De lo contrario, tus ojos se acostumbrarán a la luz tenue, lo que puede empeorar el problema.