Terapia Estornudos en bebés

Terapia

A sollozos en los bebés debe desaparecer sin complicaciones, generalmente después de 2 a 10 días. Es importante vigilar de cerca al niño y consultar a un médico lo antes posible en caso de complicaciones e incertidumbres. Este es el caso si el niño tiene un fiebre, los síntomas empeoran y no desaparecen por sí solos después de 7 días como máximo, o si se presentan además dolores de oído.

Una indicación de esto último puede ser que el bebé toque repetidamente las aurículas con las manos. Además, la negativa a comer, la negativa a beber, la debilidad, la dificultad para respirar y las erupciones también son motivos para consultar al pediatra. Sin embargo, también se debe consultar al pediatra en el caso de condiciones preexistentes existentes.

De lo contrario, existen medidas que pueden ayudar eficazmente al bebé a recuperarse. Se debe prestar atención a una ingesta suficiente de líquidos por parte del bebé. Esto ayuda a licuar el moco.

También ayuda a enjuagar la boca del bebé. nariz con solución salina fisiológica. Esto disuelve el moco y ayuda a eliminar los patógenos del nariz. Después del enjuague, el moco o la secreción se pueden eliminar con cuidado con una pipeta.

Se debe evitar el enjuague nasal con aceites esenciales u otros aditivos, ya que pueden causar irritación de la sensibilidad del bebé. nariz. Las gotas nasales descongestionantes contienen los llamados a-simpaticomiméticos, como xilometazolina y tramazolina. También están disponibles en pequeñas dosis para bebés.

Constriñen el mucosa nasal y así tener un efecto descongestionante, facilitando la salida de la mucosidad y la respiración del bebé. Sin embargo, deben tomarse con precaución, ya que pueden provocar el llamado efecto rebote. El efecto descongestionante disminuye después de aproximadamente una semana, de modo que el mucosa nasal se hincha de nuevo debido a la medicación.

Esto a su vez favorece una mayor ingesta de las gotas nasales. Por esta razón, dichos medicamentos deben usarse con moderación y su uso debe discutirse con anticipación con un pediatra. Esto también se aplica a los medicamentos antivirales.

Como regla general, no se necesitan medicamentos para un simple resfriado. La piel irritada de la nariz se puede tratar con una pomada. En el caso de fiebre, ya existen fármacos antipiréticos para lactantes que el pediatra puede prescribir con una dosis adaptada al peso corporal.

Esto también se aplica a tosjugos de alivio. En caso de efectos secundarios como erupciones o vómitos, se debe suspender el medicamento y se debe contactar al pediatra de inmediato. En general, descansar y dormir mucho es muy importante para que los bebés debilitados se recuperen rápidamente.