Fibrosis de la cápsula | Implantes de pecho

Fibrosis capsular

La fibrosis capsular (lat. Fibrosis capsular) es una de las complicaciones más frecuentes después de aumento de senos con implantes. Es un endurecimiento del tejido debido a una reacción inmune natural del cuerpo contra el implante.

En condiciones fisiológicas, esta reacción da como resultado la formación de una cápsula muy sensible y elástica alrededor del implante mamario, por lo que no se esperan más complicaciones. Sin embargo, en el caso de la fibrosis de la cápsula, la reacción inmunitaria es tan fuerte que se forma una cápsula firme y engrosada alrededor del implante mamario y la contrae. Esto da como resultado un endurecimiento y deformación del implante.

Estas consecuencias se manifiestan en graves dolor, tensión y deformación de la mama. El desarrollo de la fibrosis de la cápsula puede tener muchas causas diferentes, la validez de los cuales aún no se ha probado claramente. Estos incluyen el condición de la superficie de implantes mamarios, que puede ser liso o texturizado.

La superficie lisa de los implantes más antiguos favorece la pérdida de líquido debido a la rotura del implante, lo que aumenta significativamente el riesgo de fibrosis capsular. Por el contrario, es menos probable que las superficies rugosas del implante formen la cápsula fibrosa. La posición de los implantes también tiene una influencia significativa en el desarrollo de fibrosis capsular.

El riesgo de enfermedad es mayor si el implante se coloca sobre el músculo pectoral. Por lo tanto, desde un punto de vista médico, se prefiere la colocación debajo del músculo pectoral. Los moretones en la cavidad de la herida son un factor de riesgo particular.

El tejido cicatricial se puede formar a partir de estos muy rápidamente, por lo que se colocan drenajes después de una operación de mama para evitar grandes hematomas. Cáncer de mama los pacientes que han sido tratados con radiación tienen un riesgo muy alto de desarrollar fibrosis capsular. Por este motivo, el cirujano a tratar recurre al método de utilizar tejido autólogo para reconstrucción mamaria.

Implantes mamarios después del cáncer de mama

Después cáncer de mama, las mamas se pueden reconstruir con implantes mamarios, que consisten en gel de silicona o solución salina. Primero se debe estirar la piel en el área del pecho antes de insertar el implante. Para hacer esto, los cirujanos usan un expansor, que es una especie de globo que se llena con solución salina durante un período de tiempo.

Al final de este procedimiento, el expansor es reemplazado por el implante. Sin embargo, se requiere una piel sana para este procedimiento. Una desventaja de reconstrucción mamaria Con los implantes de silicona es que las mujeres perciben que sus senos están mucho más firmes que antes y es una sensación bastante desagradable para ellas.

Lactancia con implantes mamarios

En principio, implantes mamarios no representan un obstáculo para la lactancia materna y no afectan la salud del bebé. Dado que el implante se coloca debajo de la glándula mamaria o el músculo, no existe una conexión directa entre este último y la glándula. Sin embargo, en los casos más raros, las alteraciones sensoriales o la pérdida de sensibilidad en el pezón puede ocurrir, lo que reduciría significativamente la capacidad de amamantar.

Especialmente si los implantes mamarios se insertaron detrás de los conductos lácteos, se puede suponer que estos y los más grandes los nervios permanecería ilesa y que en este caso la capacidad de amamantar no se vería afectada. Sin embargo, se pueden formar cicatrices en la mama como reacción a los implantes mamarios, lo que en algunos casos puede provocar dolor y malestar durante la lactancia. La sospecha de que la silicona pueda pasar a la leche materna y causa salud Los problemas para el niño no se han confirmado hasta ahora.

Un mayor nivel de sustancias nocivas o silicona en la leche materna aún no se ha probado con implantes de silicona. Sin emabargo, el embarazo puede provocar cambios en el tejido y alterar el ajuste del implante. En principio, es posible reemplazar los implantes mamarios después el embarazo.

Sin embargo, es recomendable que se coloquen implantes mamarios solo después de que se haya completado la planificación familiar. Quirúrgico aumento de senos El uso de implantes mamarios se ha realizado desde finales del siglo XIX. En ese momento, un médico alemán-austriaco intentó reconstruir el seno de una mujer a la que se le había extirpado un seno debido a un tumor mediante la inserción de un tumor de grasa benigno (lipoma).

Desde entonces, se han implantado varios materiales en el pecho femenino, como esponjas, goma, perlas de vidrio. Se han inyectado líquidos como aceite de cocina o parafina en el pecho a modo de prueba para aumentar el volumen. Sin embargo, muchos de estos procedimientos se asociaron con complicaciones graves y, a menudo, amputación del pecho era inevitable.

En la década de 1960, se introdujeron los primeros implantes mamarios reales, que estaban hechos de implantes rellenos de silicona o solución salina. Desde la década de los 1980 ha habido repetidos reportes de complicaciones provocadas por los implantes de silicona, razón por la cual se prohibió el uso de este material a principios de la década de los 1990. En 2000, hubo problemas con los implantes de aceite de soja, que se retiraron del mercado poco después porque se temían las consecuencias de envenenamiento si se dañaba la cubierta del implante.

Tras extensos estudios, los implantes de silicona fueron aprobados para aumento de senos en Europa nuevamente en 2004. Sin embargo, otro escándalo mundial ocurrió en 2010 sobre la empresa PIP, cuyos implantes mamarios contenían silicona industrial, que se demostró que tenía un células cancerosas-Efecto causante.