Fisioterapia después de una rotura del ligamento cruzado.

Una ruptura del ligamento cruzado es uno de los más comunes lesiones deportivas. Hay 2 ligamentos cruzados en la rodilla, el anterior y el posterior. ligamento cruzado. El anterior ligamento cruzado tira de la superficie exterior del cóndilo medial a la superficie interior del cóndilo lateral e inhibe hiperextensión de las articulación de la rodilla.

El ligamento cruzado posterior tira de la superficie exterior del cóndilo lateral a la superficie interior del cóndilo medial e inhibe hiperextensión de las articulación de la rodilla. Ambos ligamentos cruzados juntos proporcionan propiocepción en la propia articulación, es decir, para sentir la posición de la articulación y estabilizar la articulación de la rodilla durante el movimiento. Inmediatamente después de la lesión, es importante inmovilizar el pierna y tener un examen directo en el hospital. En la mayoría de los casos, la cirugía es necesaria porque los músculos que rodean la rodilla no son lo suficientemente fuertes para compensar la falta de estabilidad.

Fisioterapia después de la cirugía

En la fase inicial después de la cirugía, se debe tener en cuenta la tendencia a hincharse de la articulación de la rodilla. Al ser una articulación muy sensible, suele haber mucha hinchazón, lo que impide la movilidad y aumenta dolor. Linfa Se puede usar drenaje o ciertos apretones descongestionantes para tratar esta hinchazón.

Además, el propio paciente debe poner su pierna enfriarlo mucho. Los ejercicios de tensión inicial se pueden realizar activamente presionando la parte posterior de la rodilla y tirando de la rótula (rótula) hacia el tronco. Para evitar que los nichos de la articulación de la rodilla se peguen, la rótula debe movilizarse directamente en todas las direcciones.

Esto lo hace el paciente de forma pasiva o activa empujando hacia abajo el hueco de la rodilla. El movimiento lo prescribe el cirujano. Aprendiendo caminar con muletas es igualmente importante para la fase inicial.

El paciente debe prestar atención a un giro adecuado sobre el dedo gordo del pie y a la carga parcial existente. En la última fase de cicatrización de la herida, la carga se puede aumentar y la movilidad se puede desarrollar al máximo posible. Técnicas terapéuticas manuales, como deslizar la tibia hacia adelante y hacia atrás en relación con la muslo hueso, puede mejorar el movimiento.

El logro de una extensión final es extremadamente importante para un patrón de marcha fisiológico. La movilidad es particularmente importante para los atletas de competición, ya que necesitan poder ejercer una tensión óptima sobre el cuerpo. Si los músculos se acortan, se estiran con cuidado.

Si hay dolor directamente en la rodilla, se puede utilizar un tratamiento con hielo y tracción para reducir la presión en la rodilla. Si hay dolor en el área de las inserciones de los tendones o los músculos, esto puede aliviarse con técnicas de tejido blando y fricción transversal. En general, las aplicaciones y tratamientos térmicos en el área de la columna torácica son adecuados para lograr una amortiguación del simpático sistema nervioso (= parte del sistema nervioso autónomo).