Sistema inmunológico: estructura, función y enfermedades

El sistema inmunológico es el propio sistema de defensa del cuerpo. Sin el sistema inmunológico, el cuerpo humano estaría indefenso expuesto a influencias ambientales dañinas y cambios dañinos en el cuerpo. Por lo tanto, la sistema inmunológico es un mecanismo endógeno vital para la vida.

Definición, importancia y función del sistema inmunológico.

Las células plasmáticas son células del sistema inmunológico y se utilizan para producir y formar anticuerpos. Naranja: células plasmáticas, blanco: anticuerpos. Click para agrandar. El sistema inmunológico consta de dos mecanismos cuya función es combatir patógenos y sustancias extrañas para mantener la salud del cuerpo. Estos mecanismos de defensa son, por una parte, la defensa inmune específica, es decir, adquirida, y por otra parte, la no específica, como defensa inmune innata. Estos dos sistemas principales se complementan en sus diversas funciones. La función principal del sistema inmunológico es protegerse con éxito patógenos y sustancias extrañas que ingresan al cuerpo desde el exterior. Además, el sistema inmunológico puede reconocer y también eliminar las células corporales enfermas y alteradas. Una de las reacciones del cuerpo a sus propias defensas inmunitarias es inflamación. Ocurren cuando el sistema inmunológico intenta eliminar sustancias extrañas invadidas o células corporales dañadas. En el caso de algunos patógenos, el sistema inmunológico confiere inmunidad al cuerpo después de combatir con éxito las sustancias nocivas, protegiéndolo así contra una nueva enfermedad. Además, el sistema inmunológico puede destruir las células tumorales. A veces, sin embargo, el sistema inmunológico puede reaccionar con demasiada fuerza a determinadas sustancias. Las alergias son un ejemplo de una respuesta inmune excesiva a determinadas sustancias. Algunas funciones del sistema inmunológico son innatas. Otros se adquieren. El sistema inmunológico es un sistema endógeno muy complejo, que puede verse afectado y alterado en sus funciones por muchas influencias. Numerosas enfermedades pueden resultar de trastornos del sistema inmunológico.

Trastornos y enfermedades

El sistema inmunológico no siempre funciona completamente libre de alteraciones. Puede suceder que haya reacciones inmunes excesivas o también una defensa inmunitaria reducida. Si ocurre una reacción inmune excesiva a ciertas sustancias, esto puede expresarse en alergias. En el caso de las alergias, el cuerpo generalmente reacciona a sustancias extrañas que no causarían reacciones inmunes significativas en un sistema inmunológico que funciona normalmente. Si hay reacciones inmunes reducidas o nulas, esto se manifiesta en las llamadas enfermedades de inmunodeficiencia. Un sistema inmunológico debilitado puede ser congénito o desarrollarse con el tiempo. Con un sistema inmunológico debilitado, las infecciones ocurren con más frecuencia. Los patógenos y las sustancias extrañas que ingresan al cuerpo desde el exterior pueden diseminarse a través del cuerpo debido a las reacciones reducidas o completamente ausentes del sistema inmunológico. Otro trastorno en el sistema inmunológico puede manifestarse en el llamado enfermedades autoinmunes. Un sistema inmunológico que funciona normalmente no solo reacciona a sustancias extrañas con reacciones de defensa, sino que también reconoce las propias células y estructuras del cuerpo, que están alteradas o son patológicas de alguna manera. Por ejemplo, un sistema inmunológico intacto también puede encontrar y destruir células tumorales. Sin embargo, en el caso de una enfermedad autoinmune, en el peor de los casos, las reacciones de defensa del sistema inmunológico se dirigen a las células endógenas sanas y las destruyen. También es posible que se altere el reconocimiento de estructuras endógenas alteradas. En este caso, por ejemplo, células cancerosas puede desarrollar. El sistema inmunológico también es responsable del rechazo de órganos trasplantados.

Influencias internas y externas

Los trastornos del sistema inmunológico se pueden atribuir a influencias tanto externas como internas. Además, se hace una distinción entre trastornos del sistema inmunológico congénitos y adquiridos. La inmunodeficiencia congénita se basa en defectos genéticos. En el caso de un defecto genético, los portadores del material genético resultan dañados. Como resultado, se altera el funcionamiento del sistema inmunológico. Solo una función del sistema inmunológico o varias funciones pueden verse afectadas por el trastorno. Los trastornos inmunitarios adquiridos generalmente se basan en influencias externas. Por ejemplo, ciertas enfermedades como la infección por VIH pueden causar un trastorno en el sistema inmunológico. Además, las funciones del sistema inmunológico están influenciadas en gran medida por factores como dieta o incluso estrés.En el caso de una deficiencia dieta, en el que ciertos minerales or vitaminas se absorben inadecuadamente o no se absorben en absoluto, la defensa inmunológica puede verse significativamente afectada. Excesivo factores de estrés también puede tener un efecto negativo sobre la defensa inmunológica. Además de estas influencias externas, una inmunodeficiencia adquirida también puede desencadenarse por factores endógenos, es decir, internos. Así, específicamente el flora intestinal y tambien todo el fisico condición tiene un impacto en el sistema inmunológico y puede debilitarlo en determinadas circunstancias.