Dificultad respiratoria con fiebre | Dificultad respiratoria en niños

Dificultad respiratoria con fiebre

Fiebre en los niños generalmente ocurre como resultado de una infección o cambios inflamatorios en la parte superior tracto respiratorio. Fiebre es una reacción protectora del cuerpo. Un aumento de temperatura conduce a una movilización de los propios sistemas de defensa del cuerpo para combatir por sí mismo varios patógenos.

En el curso de este enorme esfuerzo físico, fiebre a menudo puede ir acompañado de dificultad respiratoria en niños, ya que respiración se hace considerablemente más difícil por la enorme debilidad y agotamiento. El cuerpo necesita las reservas de energía para combatir los patógenos. Especialmente las fiebres muy altas por encima de los 39 ° C representan una enorme carga para el cuerpo del niño y pueden influir en gran medida e inhibir funciones corporales importantes como respiración o procesos metabólicos.

Dificultad para respirar psíquica

El trastorno respiratorio inducido psicológicamente más común en los niños es la hiperventilación psicógena. En muchos casos, la causa es una situación de estrés agudo o un trastorno de ansiedad. En tal ataque, los niños respiran muy rápida y profundamente.

Como resultado, se exhala más dióxido de carbono y el paciente desarrolla una sensación de mareo y falta de aire aguda. Para superar la convulsión, es útil respirar en una bolsa y, por lo tanto, reabsorber el dióxido de carbono. En casos particularmente severos, luz sedación es necesario para calmar a los niños y normalizar respiración. A diferencia del asma, la dificultad respiratoria psiquiátrica a menudo ocurre en reposo y sin un desencadenante específico. A menudo, los exámenes no muestran anomalías y la medicación resulta ineficaz.

Dificultad respiratoria en niños ¿qué hacer?

La primera y más importante medida que se debe aplicar a un niño en el contexto de dificultad respiratoria es mantener la calma. Los padres de los niños afectados deben garantizar un ambiente tranquilo, no entrar en pánico y tratar de calmar a su hijo. La inquietud severa, una sensación creciente de ansiedad y palpitaciones conducen a un mayor aumento e intensificación de la dificultad para respirar ya existente.

Si el niño puede calmarse, ejercicios de respiración debe intentarse para apoyar la respiración tranquila y profunda. Beber líquidos fríos también puede ayudar a aliviar la dificultad para respirar al humedecer las vías respiratorias. Respirar aire frío puede ayudar a mejorar la dificultad para respirar.

En el caso de molestias asmáticas, a menudo es útil evitar que la parte superior del cuerpo respire o aumentar la resistencia respiratoria utilizando el labio-freno. Si las medidas conservadoras no ayudan, a menudo es necesario tomar medicamentos. En caso de dificultad respiratoria aguda, con ansiedad severa, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar y decoloración de los labios o las membranas mucosas, se debe llamar al médico de emergencia lo antes posible.

En el caso de una obstrucción aguda del tracto respiratorio debido a la ingestión de un cuerpo extraño, se puede intentar extraer el cuerpo extraño golpeando la mano entre los omóplatos tres veces. Si no se logra el éxito, el paciente debe ser ingresado en el hospital lo antes posible y se debe realizar una extracción endoscópica.