Diagnóstico Absceso en el cuello

Diagnóstico

En el caso de un absceso en cuello, se debe consultar a un médico en cualquier caso, ya que solo en casos raros se produce una curación sin ayuda médica. El diagnóstico de una absceso en una etapa avanzada se puede hacer únicamente tomando un historial médico y examen físico de la persona afectada. Los síntomas típicos de una absceso, junto con la palpación, suelen ser suficientes para hacer un diagnóstico.

Sin embargo, puede ser necesario utilizar métodos de diagnóstico por imágenes para determinar la extensión del absceso. Por ejemplo, un ultrasonido El examen, pero también un examen con una resonancia magnética o un equipo que usa rayos X, puede proporcionar información sobre el tamaño de la cavidad del absceso y las estructuras con las que limita. Un examen de la sangre puede confirmar la presencia de una inflamación, pero por lo general no da ninguna indicación de qué patógeno es la causa del absceso. Para determinar el patógeno, el pus en la cavidad del absceso debe examinarse. Con la detección del patógeno, se puede realizar una terapia antibiótica específica si es necesario.

Terapia de un absceso en el cuello.

La terapia de un absceso depende del tamaño y la localización de la inflamación. Por ejemplo, en el caso de abscesos superficiales en las primeras etapas, generalmente se puede lograr una cura mediante la administración sistémica de antibióticos. En muchos casos, sin embargo, una terapia antibacteriana con antibióticos no es suficiente para tratar una absceso en el cuello adecuadamente.

Esto se debe a que la cavidad del absceso no está conectada a sangre vasos, razón por la cual incluso sistémica antibióticos no puede prevenir el bacterias fotosintéticas de multiplicar. Los antibióticos locales no deben usarse en absoluto, ya que no tienen ninguna posibilidad de contener la inflamación lo suficiente. También debe evitarse la expresión del absceso, ya que existe el peligro de una apertura hacia el interior y, por lo tanto, una sangre envenenamiento (sepsis).

Por esta razón, los abscesos en el cuello a menudo se abren quirúrgicamente. Aquí el pus se enjuaga fuera de la cavidad del absceso, generalmente debajo anestesia general, y se coloca un llamado drenaje en la cavidad. De esta manera, la cavidad también se puede enjuagar después de la operación hasta que se haya producido la curación completa. En el cuello, se debe tener mucho cuidado para asegurar que las estructuras circundantes se conserven durante una apertura quirúrgica. La estrechez anatómica del cuello de muchas estructuras importantes dificulta la operación de un absceso en el área del cuello.

Pronóstico

El pronóstico de los abscesos es generalmente muy bueno si la inflamación se trata adecuadamente. Sobre todo, es importante que la terapia se lleve a cabo lo antes posible. Esto es especialmente importante en el caso de abscesos en la zona del cuello, ya que muchas estructuras vitales corren a lo largo del cuello y no deben ser comprimidas.

Especialmente cuando fiebre y escalofríos ocurra, es importante consultar a un médico rápidamente. El peligro de envenenamiento de la sangre (sepsis) está presente en todos los abscesos y empeora enormemente el pronóstico. Si el uso de antibióticos no es prometedor, se debe considerar la apertura quirúrgica del absceso lo antes posible, ya que en muchos casos esta es la única opción de tratamiento alternativa.