Depresión psicógena | ¿Qué tipos de depresión existen?

Depresión psicógena

Tres tipos de depresión. se resumen aquí bajo depresión psicógena: depresión reactiva (término desactualizado), depresión neurótica (término desactualizado) y depresión por agotamiento. ¿Qué las tres formas de depresión. Lo que tienen en común es que se desencadenan por un evento emocional específico, como experiencias traumáticas. Por ejemplo, divorcio, muerte de un familiar cercano, pérdida de empleo, accidente o violencia.

En la clasificación de las enfermedades mentales, el término psicógeno depresión. es más probable que se encuentre bajo el término colectivo de reacción al estrés severo y los trastornos de adaptación. No es depresión en sentido estricto. Esto se discutirá con más detalle en el siguiente párrafo.

Depresión reactiva

La depresión reactiva es una de las depresiones psicógenas. Sin embargo, ambos términos ya no son relevantes. La depresión reactiva se refiere al desarrollo de síntomas depresivos en respuesta a un evento emocionalmente estresante.

Hoy en día, este tipo de trastorno mental se encuentra en la sección Reacción al estrés severo y trastornos de adaptación. En esta sección se pueden encontrar los siguientes trastornos: la reacción de estrés agudo, el trastorno de estrés postraumático y el trastorno de adaptación. La reacción de estrés agudo ocurre rápidamente después de un estrés físico o mental severo.

Crece a los pocos días. Las personas afectadas describen la sensación de estar de pie junto a sí mismas, la capacidad de concentración es claramente limitada y puede ocurrir inquietud con sudoración, ansiedad y palpitaciones. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) ocurre después de un evento de proporciones catastróficas.

Por regla general, no comienza inmediatamente después del evento, sino semanas o meses después. Los afectados experimentan el trauma una y otra vez en los llamados flashbacks; se producen pesadillas, sensación de entumecimiento emocional, apatía, falta de alegría, miedo, trastornos del sueño y ansiedad. A menudo ocurren pensamientos suicidas.

El trastorno de estrés postraumático generalmente no es crónico, pero puede durar muchos meses. El trastorno de adaptación se produce después de acontecimientos vitales estresantes o cambios en las condiciones de vida. Algunos ejemplos son la separación o el duelo.

Se producen estados de ánimo depresivos, ansiedad, preocupación y experiencias de sobrecarga en la vida cotidiana. Los síntomas suelen desaparecer en medio año. En el caso de trastornos de adaptación y trastorno de estrés postraumático, el uso de terapia psicoterapéutica con medicamentos puede ser necesario y útil.