Rosácea: Síntomas, Tratamiento, Cuidados

Breve descripción

  • Tratamiento: medicación (ungüentos, cremas, lociones, antibióticos), tratamiento con láser, escleroterapia, terapia fotodinámica, cirugía; evitar los desencadenantes típicos como la radiación ultravioleta, el calor, la comida picante, el alcohol y ciertos productos y cosméticos para el cuidado de la piel
  • Causas y factores de riesgo: Sospecha de predisposición genética en interacción con el sistema inmunológico, microorganismos, etc.; Radiaciones UV fuertes y prolongadas (tomar el sol, solarium), calor, baños y duchas calientes, determinados cosméticos, lociones de lavado con pH alcalino (>7), determinados medicamentos, café y té, alcohol, nicotina, estrés.
  • Diagnóstico: diagnóstico tras examen clínico realizado por el médico. Si es necesario, muestra de tejido para excluir enfermedades similares.

¿Qué es la rosácea?

La rosácea (rosácea, anteriormente también “rosa de cobre”) es una enfermedad inflamatoria crónica, no contagiosa, de la piel (dermatosis). Clásicamente afecta la cara, principalmente la nariz y las mejillas, y a menudo también la frente y el mentón. Las zonas adyacentes como el cuero cabelludo, el cuello o el escote también muestran síntomas en casos raros.

Por regla general, esta enfermedad de la piel afecta a personas de mediana y avanzada edad, pero en casos excepcionales también se ven afectados los niños. Según los conocimientos actuales, ambos sexos se ven afectados por igual.

¿Cómo se trata la rosácea?

Evitando los factores desencadenantes o promotores, el uso de medicamentos especiales y el cuidado cosmético adecuado, los síntomas de la rosácea a menudo pueden mantenerse dentro de límites tolerables. Sin embargo, si no se trata, la rosácea suele empeorar en episodios.

Además o como alternativa al tratamiento farmacológico, existen otros métodos terapéuticos. Estos incluyen cauterización, terapia fotodinámica y procedimientos quirúrgicos.

¿Cómo puede tratar usted mismo la rosácea?

Un primer paso en el tratamiento de la rosácea es evitar cosas que promuevan el desarrollo o empeoramiento de los síntomas. Esto afecta especialmente a la dieta y a los factores ambientales a los que está expuesta la piel, como por ejemplo la luz solar intensa o los cambios de temperatura.

Él te informará si la aplicación es útil y segura en tu caso particular. Si su piel reacciona de forma no deseada después del tratamiento, el médico también podrá tratar las posibles consecuencias y indicarle alternativas.

Nutrición

La dieta juega un papel importante en el desarrollo y tratamiento de la rosácea, pero no existe una dieta específica para la rosácea y, por lo tanto, no existen "alimentos prohibidos".

La Asociación Estadounidense de Rosácea también enumera el hígado, los huevos y los productos lácteos y algunas legumbres, entre otros, como posibles desencadenantes de un brote de rosácea.

Por tanto, se recomienda que quienes la padecen eviten estos alimentos en la medida de lo posible. Según hallazgos recientes, en algunos casos, los alimentos y estimulantes ricos en determinados compuestos nitrogenados (aminas) también favorecen la formación de rosácea. Ejemplos de ello son el vino (especialmente el tinto) y el queso.

Si su piel reacciona a ciertos alimentos y cómo reacciona es algo muy individual. En definitiva, vale la pena observar de vez en cuando cada alimento de forma consciente y observar si los síntomas de la rosácea cambian y cómo.

Otros factores

También es importante que evite otros desencadenantes típicos de un brote de rosácea. Estos son en particular:

  • Radiación UV intensa y duradera (tomar el sol, solarium)
  • Calor, baños y duchas calientes, visitas a sauna.
  • Ciertos cosméticos
  • ciertos medicamentos
  • Estrés

Los cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo, también pueden desencadenar un brote. Hable con su médico acerca de esto.

Los pacientes con rosácea reaccionan de manera diferente a varios posibles desencadenantes. Por lo tanto, observe atentamente a qué estímulos reacciona su piel y ajuste su estilo de vida en consecuencia.

Tratamiento con medicación

Tratamiento local (tópico)

En este caso, el medicamento se aplica directamente sobre las áreas de piel afectadas en forma de pomada, gel o loción. La forma de administración más eficaz y mejor tolerada depende de cada caso individual.

El tratamiento externo de la rosácea suele realizarse durante un período de tiempo muy largo (como terapia de mantenimiento tópica). Los dos principales ingredientes activos utilizados son:

Los efectos secundarios son raros e incluyen irritación de la piel, piel seca, enrojecimiento de la piel y ardor o escozor en las áreas de la piel tratadas.

Ácido azelaico: un ácido natural que tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. También afecta positivamente a las células de la capa más externa de la piel (queratinocitos), que intervienen en la transmisión de la inflamación y el dolor. Se han descrito como efectos secundarios un escozor y picazón leves y temporales.

  • Ivermectina: Macrólido que tiene actividad antiinflamatoria y ayuda contra los ácaros Demodex. Los efectos secundarios incluyen ardor, piel seca y picazón.
  • Permetrina: actúa contra los ácaros Demodex y los nódulos (pápulas), así como contra el enrojecimiento alrededor de irritaciones individuales de la piel. No ayuda contra el enrojecimiento permanente, pústulas, cambios vasculares (telangiectasias) o crecimientos (fima) de la rosácea.
  • Retinoides: Agentes antiinflamatorios y queratolíticos (desprendimiento de células corneales de la córnea). Reduce mejor los cambios inflamatorios de la piel, pero reduce el enrojecimiento peor que el metronidazol.

Los medicamentos antes mencionados actúan principalmente contra los nódulos y ampollas. Sin embargo, no suelen ayudar contra el típico enrojecimiento facial. Por el contrario, en EE.UU. se desarrolló un gel especial con el ingrediente activo brimonidina. También está aprobado en la UE desde 2014.

El medicamento hace que los vasos sanguíneos de la piel del rostro se contraigan. Esto hace que el enrojecimiento desaparezca. También tiene un leve efecto antiinflamatorio.

La piel muy sensible de los pacientes con rosácea a veces reacciona desfavorablemente al tratamiento tópico. Por tanto, tiene sentido acordar con el médico qué preparados se utilizan y de qué forma. Además, se controlan cuidadosamente los efectos secundarios para poder tomar medidas a tiempo si es necesario.

Tratamiento sistémico

En algunas formas más leves de rosácea, el tratamiento local es suficiente. Si no hay mejoría con la terapia local o si los cambios en la piel son graves, es necesario un tratamiento sistémico adicional.

Para el tratamiento de la rosácea sistémica se utilizan principalmente antibióticos, especialmente dos grupos:

  • Tetraciclinas: los fármacos más utilizados de este grupo de agentes se llaman doxiciclina y minociclina. Son la primera opción en el tratamiento con antibióticos porque el estómago y los intestinos los toleran mejor que los macrólidos (ver más abajo). Son principalmente eficaces contra pápulas y pústulas, pero apenas contra enrojecimiento o cambios vasculares.

En realidad, los antibióticos se utilizan para combatir las bacterias. Sin embargo, en el tratamiento de la rosácea se utiliza un mecanismo de acción diferente de estas sustancias.

Además de los antibióticos, en el tratamiento de la rosácea sistémica se utilizan a veces ingredientes activos que normalmente se utilizan para el tratamiento local (por ejemplo, comprimidos que contienen metronidazol).

Se requiere mucha precaución porque el uso de cápsulas de isotretinoína en algunos casos produce efectos secundarios graves, por ejemplo irritación de la piel y las membranas mucosas.

El uso de isotretinoína también aumenta el riesgo de malformaciones fetales cuando se usa durante el embarazo. Por tanto, no se recomienda su uso en mujeres en edad fértil ni durante el embarazo.

Tratamiento con láser y cauterización.

El tratamiento con láser suele ser eficaz para eliminar la dilatación vascular (telangiectasia), pero rara vez es eficaz para eliminar el enrojecimiento extenso de la piel. Para ello, las zonas de piel afectadas se tratan con haces de luz de alta energía. El tratamiento con láser también se puede utilizar para eliminar la fima.

Las dilataciones vasculares también se esclerosan con ayuda de corriente eléctrica.

Terapia fotodinámica (PDT)

Luego, estas áreas se irradian con luz de una longitud de onda específica. Esto cambia la estructura del fotosensibilizador y posteriormente destruye las estructuras cutáneas defectuosas.

Los estudios individuales sugieren que la TFD estimula el sistema inmunológico y tiene un efecto antimicrobiano, pero aún están pendientes de estudios más detallados al respecto.

Terapia quirurgica

La rosácea también se puede tratar quirúrgicamente, por ejemplo con dermoabrasión (abrasión de las capas superiores de la piel) o dermoafeitado (eliminación capa por capa del engrosamiento de la piel).

Estos métodos se utilizan principalmente para phyma. Por ello, se describen con más detalle en el artículo Rosácea: rinofima.

Cuidar

Cuidado adecuado de la piel

Tome en serio los siguientes consejos cuando se trata del cuidado de la piel:

  • Limpie la piel del rostro únicamente con agua tibia. Las temperaturas extremas del agua y los cambios rápidos de temperatura promueven el enrojecimiento repentino de la piel (“enrojecimiento”).
  • Abstenerse de realizar peelings faciales, ya que irritan aún más la piel con rosácea.
  • Evite el agua con un alto grado de dureza.
  • Después del lavado, seque suavemente la piel del rostro con una toalla en lugar de frotar.
  • Utilice jabones y lociones de lavado con un pH ligeramente ácido (<7).

En cuanto a la limpieza facial, los llamados limpiadores sintéticos son muy adecuados para los pacientes con rosácea. Se trata de sustancias detergentes artificiales con un valor de pH relativamente bajo (4.5 a 5.5) que son mucho más suaves para la piel que los jabones clásicos.

¡Cuidado, sol!

  • Evite la exposición directa al sol entre primavera y otoño.
  • Abstenerse de visitas al solárium.
  • Utilice productos de protección solar con factor de protección solar alto (50+) y aplíquelos varias veces al día. Prefiere bloqueadores solares físicos con dióxido de titanio u óxido de zinc (farmacia). Estos se consideran más tolerantes a la piel que los protectores solares químicos para la rosácea.

Rosácea: ¿crema, ungüento o loción?

Los productos con alto contenido de agua, es decir, cremas y lociones, son ideales para pacientes con rosácea. Estos no forman una película grasa sobre la piel que cierre los poros. Permiten que la piel respire sin resecarla. Lo mismo se aplica a las preparaciones a base de glicerina o aceite de silicona (ciclometicona, dimeticona).

Los productos con fragancias o colorantes añadidos irritan la piel innecesariamente y, por lo tanto, no se recomiendan para los afectados.

Maquillaje para la rosácea

En principio, el maquillaje también se puede utilizar en caso de rosácea. Sin embargo, es mejor asegurarse de que los productos estén libres de ingredientes irritantes para la piel como mentol, alcanfor, lauril sulfato de sodio y astringentes. También es recomendable utilizar cosméticos que no obstruyan las glándulas sebáceas, es decir, que no sean comedogénicos.

Los enfermos de rosácea reaccionan de forma muy individual a los cosméticos. Si notas que no puedes tolerar un producto, se recomienda dejar de usarlo inmediatamente y probar una alternativa.

Síntomas

Los síntomas de la rosácea son, en particular, enrojecimiento repentino con sensación de calor (“enrojecimiento”), enrojecimiento persistente de la piel (eritema) y dilatación visible de los vasos sanguíneos (telangiectasia).

Otros cambios en la piel pueden incluir sequedad, cambios cutáneos extensos y a veces elevados (placas), hinchazón (edema) y crecimientos de tejido sebáceo y conectivo (fima).

Los pacientes se quejan principalmente de piel tensa, ardor, escozor o sensación de calor.

En algunos casos, los ojos también están afectados. Esto se manifiesta por vasos sanguíneos dilatados en los ojos y ojos frecuentemente secos e inflamados.

Niveles de gravedad

  • Etapa preliminar – diátesis de la rosácea: Típico del inicio de la rosácea es un enrojecimiento repentino y pasajero de la piel (“enrojecimiento”). Esta forma leve afecta principalmente a las mejillas, la nariz, el mentón y la frente. En raras ocasiones, la rosácea también aparece en otras zonas como los ojos, el cuero cabelludo, el pecho o el cuello.
  • Gravedad II – Rosácea papulopustulosa: En esta etapa, aparecen ampollas (pústulas, coloquialmente espinillas) y nódulos (pápulas) rojos inflamatorios adicionales, a veces llenos de pus, como síntomas de rosácea. A veces persisten durante varias semanas. A veces también se desarrolla hinchazón (linfedema) en el tejido facial.

Dado que los síntomas y su gravedad varían de un paciente a otro, no siempre se pueden asignar claramente a un nivel de gravedad. Por ello, un sistema modular para evaluar la gravedad de la enfermedad (Rosacea COnsensus Panel, abreviado ROSCO) está ganando cada vez más aceptación entre los expertos.

Formas especiales

Además de la rosácea clásica, existen algunas formas especiales, algunas de las cuales ocurren muy raramente:

La oftalmorosácea se observa en aproximadamente uno de cada cinco pacientes con rosácea. Afecta al ojo, ya sea además de la clásica enfermedad de la piel, la rosácea, o en parte de forma independiente.

Si no se trata, puede causar cambios corneales e inflamación (queratitis), que en casos extremos puede provocar daño permanente y ceguera. Por lo tanto, la oftalmorosácea suele ser objeto de un seguimiento especialmente estricto.

La rosácea por gramnegativos se produce cuando la enfermedad ya ha sido tratada con antibióticos durante varias semanas sin éxito duradero. Entonces, en determinadas circunstancias, sólo se han destruido determinados patógenos. Otras, las llamadas bacterias gramnegativas, han sobrevivido. Se multiplican y posteriormente provocan más reacciones cutáneas.

La rosácea granulomatosa (lupoide) se caracteriza por un engrosamiento disperso de la piel de color rojo parduzco en los párpados, el hueso cigomático y alrededor de las comisuras de la boca. Otras zonas del rostro se enrojecen como es típico de la rosácea. Esta forma se considera difícil de tratar.

Rhinophyma

La rinofima es un síntoma de la rosácea, que en algunos casos se desarrolla en un curso grave de la enfermedad. Se trata de una proliferación de tejido conectivo y glándulas sebáceas (phyme). El rinofima suele aparecer en la nariz. Esta nariz llamada “bulbosa” o “de patata” se observa especialmente en hombres mayores.

Lea más sobre este síntoma de la rosácea en el artículo Rinofima.

Causas y factores de riesgo

Alrededor del 5% de las personas en todo el mundo padecen rosácea. Las personas mayores de 30 años son las más afectadas, pero en casos excepcionales los niños también desarrollan rosácea.

Las mujeres se ven afectadas con una frecuencia ligeramente mayor que los hombres.

¿Cómo se desarrolla la rosácea?

Los síntomas típicos de la rosácea se basan en una dilatación permanente de los vasos sanguíneos y una inflamación crónica de la piel. Las causas aún no se comprenden completamente. Se sospecha una interacción de diferentes influencias, lo que dificulta la investigación sobre el papel y la importancia de los factores individuales.

Los sistemas inmunológicos innato y adquirido también juegan un papel importante en el desarrollo de la rosácea. Las células inmunitarias proliferan, estimuladas por factores desencadenantes, liberan sustancias proinflamatorias como citocinas e interferones y atraen más células inmunitarias. Esto da como resultado un proceso inflamatorio persistente.

El sistema nervioso también desempeña un papel, controlando la dilatación y contracción de los vasos sanguíneos. Los nervios dilatan los vasos sanguíneos cuando están calientes y los contraen cuando están fríos.

Se supone que los microorganismos que viven en la piel, como las bacterias o los ácaros Demodex, estimulan las células inmunitarias. Estos, a su vez, secretan sustancias señalizadoras que promueven la inflamación y el crecimiento vascular o la nueva formación.

Según algunos estudios, el microbioma intestinal también parece influir en la rosácea. Las personas afectadas tienen muchas más probabilidades de sufrir un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado (SIBO).

Exámenes y diagnóstico

Curso de la enfermedad y pronóstico.

La rosácea suele ser crónica y episódica: las fases con síntomas más graves se alternan con períodos en los que los síntomas desaparecen o al menos mejoran.

Aunque la enfermedad no es completamente curable, se puede controlar bien con el tratamiento, el cuidado de la piel y el estilo de vida adecuados. A veces, la rosácea incluso se detiene sin desarrollarse más.