Apoyo del empleador | Silla de oficina ergonómica

Apoyo del empleador

No existe una regulación o ley uniforme sobre si el empleador debe proporcionar a los empleados un silla ergonómica de oficina. La ley sólo estipula que debe proporcionarse un lugar de trabajo que corresponda al “estado actual de la técnica”. Si una silla ergonómica de oficina se requiere para salud razones, debe presentarse una solicitud a la compañía de seguros de salud o de pensiones, que puede decidir si la medida es necesaria.

A veces, sin embargo, vale la pena hablar con el empleador sobre el equipamiento de los lugares de trabajo. La compra de sillas de oficina ergonómicas puede mejorar la salud de los empleados, así como el clima durante el trabajo enormemente y, por lo tanto, es una posibilidad para que el empleador actúe tanto de manera económica como amigable para los empleados, incluso sin que la compañía de seguros cubra los costos. Si la compañía de seguros paga solo una parte de los costos de la compra de un silla ergonómica de oficina, puede ser útil preguntarle al empleador si cubrirá los costos adicionales.

Con ayuda de pie

Además de las habituales sillas de oficina, también existen las que están equipadas con ayuda para la bipedestación integrada, que cuentan con un cojín de asiento abatible y sostenido por un sistema hidráulico. Estas sillas de oficina especiales son especialmente adecuadas para enfermedades que se acompañan de degeneración muscular o nerviosa, lo que hace que sea casi imposible levantarse de una silla de oficina normal. Los ejemplos son progresivos distrofia muscular or esclerosis múltiple. Es posible una cobertura total o parcial por parte de las compañías de seguros, según el cuadro clínico.

Sin respaldo

Las sillas o taburetes, que se venden sin respaldo, están destinados a promover la propia fuerza muscular del cuerpo durante el trabajo. De acuerdo con la directriz vigente del Instituto Federal de Seguridad Ocupacional y Salud, estos asientos no entran en la categoría de "silla ergonómica de oficina". Por lo tanto, no se debe prescindir del respaldo, especialmente durante el trabajo de oficina prolongado y constante. Se debe prestar especial atención a las propiedades ergonómicas del respaldo. Sin embargo, las personas que realizan actividades que implican cambios frecuentes de lugar y que se sientan por poco tiempo pueden beneficiarse de las sillas de oficina sin respaldo.