Choque séptico: causas, progresión, pronóstico

Breve descripción

  • Síntomas: presión arterial muy baja (hipotensión), fiebre o hipotermia, hiperventilación y, posteriormente, insuficiencia orgánica.
  • Curso y pronóstico: la salud se deteriora rápidamente, se necesita atención médica inmediata
  • Diagnóstico y tratamiento: revisión de los criterios SOFA o qSOFA, estabilización inmediata de la presión arterial mediante hidratación y terapia vasopresora, terapia con antibióticos, tratamiento de la causa (p. ej., retirada de catéteres, tubos, prótesis, etc.), medidas adicionales como el control de la glucosa en sangre.
  • Causas y factores de riesgo: siempre precedido de sepsis, a menudo causada por gérmenes hospitalarios, rara vez por hongos; Ocurre principalmente en personas inmunocomprometidas, jóvenes y ancianos y mujeres embarazadas.
  • Prevención: Apenas existen medidas preventivas fuera del hospital; La sepsis debe diagnosticarse y tratarse lo antes posible para prevenir el shock séptico.

¿Qué es el shock séptico?

¿Cómo se manifiesta el shock séptico?

Al inicio de la enfermedad se presentan los síntomas típicos de la sepsis:

  • Mayormente fiebre
  • Latidos cardíacos acelerados (taquicardia) con presión arterial aún normal
  • Signos de infección (enrojecimiento, hipertermia, hinchazón, náuseas, vómitos, etc.) @ Dependiendo del tipo de infección y del tipo de enfermedad – dependiendo del tipo de infección y del sitio de infección)

A medida que avanza la sepsis y comienza el shock séptico, los síntomas adicionales incluyen:

  • Confusión o alteración de la conciencia.
  • @ Mal estado general (disminución de la vigilancia)
  • Caída de la presión arterial
  • Piel fría y pálida, especialmente en las manos y los pies; más tarde también se produce una coloración azulada de la piel (cianosis) con veteado.

¿Cuáles son las posibilidades de supervivencia en shock séptico?

Las sustancias mensajeras del sistema inmunitario dilatan además los vasos sanguíneos, en un intento por seguir suministrando a todos los órganos y tejidos del cuerpo un suministro abundante de sangre. Una reacción que sobrecarga al corazón hasta tal punto, porque al mismo tiempo grandes cantidades de sangre permanecen en la periferia del cuerpo (brazos y piernas) y no regresan al corazón. Así, en el shock séptico se produce una fuerte caída de la presión arterial que rápidamente adquiere proporciones que ponen en peligro la vida. En el curso del shock séptico, la salud del paciente se deteriora muy rápidamente en cuestión de días. Por tanto, el tratamiento temprano es vital.

Pronóstico en shock séptico

Las personas que sobreviven al shock séptico suelen sufrir daños a largo plazo, por ejemplo debido a la falta de suministro de órganos especialmente sensibles. Sin embargo, esto depende de los órganos afectados y de la gravedad final del shock séptico. También depende de qué tan bien responda la persona afectada al tratamiento.

¿Cómo se diagnostica y trata el shock séptico?

Diagnóstico

Debido a que el shock séptico se debe a una sepsis previa, el diagnóstico también se realiza mediante la puntuación de evaluación de insuficiencia orgánica secuencial (SOFA) o la puntuación SOFA rápida (qSOFA). La puntuación qSOFA es más apropiada en pacientes que no están en la UCI y se basa en la presión arterial media, la frecuencia respiratoria y la escala de coma de Glasgow (GCS).

  • Frecuencia respiratoria ≥ 22 respiraciones por minuto.
  • Deterioro de la conciencia (GCS <15).
  • Presión arterial sistólica ≤ 100 mmHg

El shock séptico se considera confirmado cuando se cumplen los siguientes criterios:

  • Una presión arterial media de 65 mmHg o menos a pesar del tratamiento con vasopresores.
  • Niveles de lactato sérico superiores a 2 mmol/l (>18 mg/dl) que persisten después de una hidratación adecuada
  • Signos de insuficiencia orgánica, como disminución de la micción (oliguria) en la insuficiencia renal o disnea en la insuficiencia pulmonar.

Tratamiento para el shock séptico

En el shock séptico, el médico trata los signos generales de la sepsis, estabiliza la presión arterial y la función de bombeo del corazón para que todos los órganos sigan recibiendo un suministro adecuado de sangre.

Las sustancias denominadas vasopresoras (vasoconstrictoras), como la epinefrina, la norepinefrina o la vasopresina, aumentan la presión arterial cuando ésta ha disminuido debido a un shock séptico.

La terapia con antibióticos, aplicada lo antes posible, sirve para fortalecer las defensas inmunitarias del cuerpo y hacer retroceder la infección causada por patógenos. Idealmente, el patógeno puede identificarse mediante análisis de sangre y exámenes de tejidos. Esto ayuda a seleccionar los antibióticos más adecuados. Entonces la terapia es más específica y eficaz.

Otras medidas de apoyo incluyen la regulación de los niveles de azúcar en sangre con la ayuda de insulina, ya que un nivel elevado de azúcar en sangre debilita las defensas inmunitarias. Además, a los pacientes que continúan padeciendo presión arterial baja (hipotensión) también se les administran corticosteroides (cortisol, cortisona). Ayudan a elevar la presión arterial baja.

¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo?

  • La diabetes mellitus
  • Enfermedad del higado
  • Enfermedades del tracto urinario/genital.
  • catéteres, implantes, stents o prótesis
  • procedimientos quirúrgicos recientes
  • inmunodeficiencia (VIH/SIDA)
  • cáncer de sangre (leucemia)
  • uso prolongado de agentes quimioterapéuticos, antibióticos o preparaciones de cortisona
  • Muy jóvenes, así como personas mayores y mujeres embarazadas.

Los patógenos generalmente ingresan al cuerpo a través de los pulmones, el tracto urinario, la vesícula biliar y el tracto digestivo, desde donde viajan a través de la sangre a todas las partes del cuerpo.

El proceso patológico exacto del shock séptico aún no se comprende completamente. Al igual que en la sepsis, hay una mayor reacción de defensa en la que el cuerpo envía numerosas sustancias llamadas factores inflamatorios, como citocinas, interleucinas, leucotrienos, histamina, serotonina y células de defensa (leucocitos) para combatir el patógeno. Esta reacción, por ejemplo, aumenta la coagulación, por lo que se forman con mayor frecuencia pequeños coágulos de sangre.

¿Cómo se puede prevenir el shock séptico?

Para prevenir el shock séptico, lo primero que hay que hacer es prevenir el envenenamiento de la sangre. La sepsis que se desarrolla fuera de una estancia hospitalaria es difícil de prevenir. Sin embargo, las medidas generales de higiene como lavarse las manos y los alimentos ayudan a minimizar el riesgo.

En el caso de lesiones con heridas abiertas, las personas afectadas deben limpiar y vendar minuciosamente la herida con agua limpia para evitar la recontaminación y la infección con patógenos. También es recomendable aprovechar las vacunas para protegerse contra infecciones y consultar a un médico si se sospecha de una enfermedad con un patógeno.

Por parte de los médicos, es muy útil una educación integral sobre las enfermedades infecciosas que conllevan un mayor riesgo de sepsis, así como una gama completa de vacunas. La buena educación es muy importante, especialmente en los grupos de alto riesgo.

Si se produce un caso de shock séptico, la máxima prioridad es minimizar el riesgo de muerte. Esto se puede lograr mediante un análisis preciso del cuadro clínico, un diagnóstico cuidadoso y un tratamiento intensivo lo antes posible.