Vaginismo: descripción, tratamiento, causas.

Breve descripción

  • ¿Qué es el vaginismo? Contracción similar a un calambre de los músculos vaginales y del suelo pélvico, por ejemplo durante las relaciones sexuales. En casos severos, el mero pensamiento de tener relaciones sexuales es suficiente para desencadenar un doloroso calambre vaginal.
  • Tratamiento: Dilatadores vaginales, psicoterapia y terapia sexual, técnicas de relajación, entrenamiento del suelo pélvico y, en casos raros, medicación.
  • Causas: Miedo al dolor o lesión durante las relaciones sexuales, miedo al embarazo, experiencias traumáticas (abuso, traumatismo en el parto), problemas de pareja, estrés emocional, depresión.
  • Factores de riesgo: Enfermedades generales como diabetes o hipertensión arterial, alteración de la relación con la propia sexualidad.
  • Síntomas: calambres dolorosos en los músculos vaginales y del suelo pélvico, dolor durante las relaciones sexuales, miedo al dolor y a las lesiones, el pene no puede penetrar o sólo puede penetrar con dolor, sentimientos de culpa
  • Diagnóstico: Consulta médica detallada, exclusión de causas físicas como infecciones o inflamación en la zona genital.
  • Prevención: relación sana con la propia zona íntima, aceptación de experiencias traumáticas, suelo pélvico bien entrenado, asociación sin conflictos

¿Qué es el vaginismo?

La aparición de cólicos vaginales suele desencadenar una espiral de miedo y dolor. Por ejemplo, aunque la mujer realmente desea tener relaciones sexuales, se siente abrumada por el miedo al dolor. Esto hace que los músculos de la zona genital se contraigan aún más y provoquen o intensifiquen el dolor.

Lo típico del vaginismo es que no existen causas físicas como infecciones o inflamación. La causa del espasmo radica en la psique.

El vaginismo no es una enfermedad, sino una dolorosa disfunción sexual. La disfunción sexual ocurre cuando no puedes vivir tu sexualidad satisfactoriamente. Esto incluye dificultades con el orgasmo o la erección, así como falta de interés sexual. En el vaginismo la mujer tiene deseo sexual, pero la penetración no es posible o sólo es posible con dolor.

Formas de vaginismo

Se distingue entre dos formas de vaginismo, siendo decisivo para la distinción el momento en el que se produce el primer calambre vaginal. En el vaginismo primario, la disfunción está presente desde el nacimiento; En el vaginismo secundario, el trastorno se desarrolla durante el curso de la vida.

Vaginismo secundario: En el vaginismo secundario, antes las relaciones sexuales o la penetración de la vagina eran posibles sin dolor. El vaginismo se desencadena por un evento traumático como el abuso sexual o el trauma del parto.

¿Qué es GPSPS?

GPSPS es la abreviatura de Trastorno de penetración del dolor genitopélvico. Se trata de una disfunción sexual en la que los síntomas de vaginismo (calambres vaginales) y dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) se presentan simultáneamente.

¿Cómo se trata el vaginismo?

El objetivo del tratamiento es reducir la contracción refleja de los músculos vaginales y del suelo pélvico y devolver a la mujer el control sobre su sexualidad. La mujer aprende lenta y gradualmente que las relaciones sexuales son posibles sin dolor.

vaginal dilatorio

Los dilatadores vaginales son clavijas de plástico especiales que están disponibles en diferentes tamaños. Estos son insertados en la vagina por la propia mujer con una fuerza cada vez mayor. Hacen que la vagina se ensanche y los músculos se acostumbren a la penetración. Esto crea una sensación en su propia vagina y la mujer experimenta que la inserción es posible sin dolor.

Psicoterapia y terapia sexual.

En muchos casos de vaginismo, la psicoterapia complementaria es útil, especialmente si eventos traumáticos como abuso o problemas en la relación son la causa del vaginismo.

En la terapia sexual, el paciente se ocupa intensamente de su relación con su propio cuerpo y con su sexualidad. Idealmente, se incluye una pareja sexual en la terapia.

Entrenamiento del suelo pélvico

Durante el entrenamiento del suelo pélvico, la mujer aprende a tensar y relajar específicamente los músculos del suelo pélvico. Algunos ejercicios se pueden incorporar fácilmente a la rutina diaria en cualquier momento.

Consejos para la vida diaria

  • Tensa los músculos del suelo pélvico en la vida cotidiana, por ejemplo, cuando esperas en un semáforo o hablas por teléfono.
  • Tense conscientemente el suelo pélvico durante el esfuerzo físico (por ejemplo, al transportar cargas pesadas).
  • Evite hacer mucho esfuerzo al defecar.
  • ¡Asegúrate de llevar una dieta equilibrada rica en fibra y beber lo suficiente!
  • El sobrepeso ejerce presión sobre el suelo pélvico. ¡Intenta alcanzar tu peso normal!

Ejercicios especiales para el suelo pélvico.

Joroba de gato (de pie sobre cuatro patas): Arrodíllate en el suelo y apóyate en las manos, manteniendo la espalda recta. Inhala profundamente y luego exhala por la boca. Forma una joroba de gato (redondea tu espalda y tira de ella hacia arriba, con la cabeza entre tus brazos). Luego inhala nuevamente y endereza la espalda.

Paseo en sillón (sentado): Siéntate en un sillón y muévete hacia el borde delantero. Párese con las piernas separadas a la altura de las caderas en ángulo recto. Ahora presiona tus talones firmemente contra el suelo. Esto activa la parte posterior del suelo pélvico. Mantén la tensión. Para activar la parte frontal del suelo pélvico, presione firmemente las puntas de los dedos de los pies contra el suelo.

Ejercicios de relajación

El estrés emocional y la tensión interior a veces pueden exacerbar los problemas existentes. Los ejercicios de relajación ayudan a conseguir una mayor calma interior. Se recomiendan especialmente ejercicios de respiración o “relajación muscular progresiva”. Pregúntele a su médico acerca de terapeutas que puedan guiarlo a través de estos ejercicios.

Medicamentos

En casos raros, el médico utilizará medicamentos para evitar más calambres. Las inyecciones de los llamados “relajantes musculares” (sustancias activas que relajan los músculos) mejoran los síntomas, al menos temporalmente.

Habla con tu pareja al respecto en cuanto sientas dolor al entrar el pene en la vagina, por ejemplo. No intente forzar la penetración. Esto crea un círculo vicioso que sólo aumenta el malestar. Intente relajarse y consulte a un médico pronto. Él o ella le ayudará a descubrir la causa del vaginismo y a encontrar la terapia adecuada.

El tratamiento del vaginismo requiere mucha paciencia, también por parte de tu pareja, ¡pero en la mayoría de los casos da buenos resultados!

¿Cuáles son las causas del vaginismo?

Causas

La causa del vaginismo radica en la psique. No suelen estar presentes causas físicas como infecciones o inflamación en la zona genital (como la endometriosis), que también provocan dolores parecidos a calambres. Los calambres en el tercio inferior de la vagina son un fuerte reflejo de defensa inconsciente de la mujer, desencadenado por el miedo al dolor o a una lesión.

Las posibles causas son

  • Las mujeres afectadas creen que la vagina está demasiado apretada (por ejemplo, para el pene de su pareja sexual) y temen sentir dolor durante la penetración.
  • Miedo a sufrir lesiones en la zona genital, por ejemplo con el pene de la pareja.
  • Miedo al embarazo
  • Rechazo de la pareja sexual
  • Problemas de asociación
  • Experiencias traumáticas como abuso sexual, traumatismo de parto o exámenes ginecológicos dolorosos.
  • Estrés emocional, depresión.

Síntomas

Los síntomas del vaginismo varían de una mujer a otra. En las formas más leves, los calambres sólo ocurren en determinadas situaciones, como bajo estrés. En el “vaginismo total”, la vagina siempre sufre calambres tan pronto como se toca. Para las mujeres afectadas, tanto las relaciones sexuales como la inserción de tampones son imposibles. Los exámenes ginecológicos con espéculo también pueden causar problemas importantes.

Sintomas:

  • Calambres dolorosos del suelo pélvico y músculos vaginales.
  • Los calambres no se pueden controlar voluntariamente.
  • La inserción del pene, los dedos, un consolador o un tampón no es posible o sólo es posible en caso de dolor intenso.
  • Evitación de la actividad sexual.
  • Evitación o miedo a un examen por parte de un ginecólogo.
  • En algunos casos, la mera idea de la penetración puede desencadenar un calambre vaginal.

Si tienes problemas sexuales contacta con tu ginecólogo de confianza. Trabajarán con usted para descubrir la causa del problema e iniciar el tratamiento adecuado. El tratamiento suele ser muy exitoso, ¡especialmente en el caso del vaginismo!

Los factores de riesgo

Los estudios demuestran que los trastornos sexuales generalmente están asociados con factores de riesgo como diabetes, presión arterial alta, trastornos lipometabólicos y depresión. Las niñas y mujeres que ven la sexualidad como algo vergonzoso o que crecieron en una familia donde el tema era tabú también son más susceptibles al vaginismo.

Examen y diagnóstico.

El primer punto de contacto si se sospecha vaginismo es el ginecólogo. En una consulta inicial detallada (anamnesis), el médico preguntará sobre los problemas existentes. También le hará preguntas sobre enfermedades anteriores e historial sexual, por ejemplo, si ha habido experiencias de abuso o problemas en la pareja. También es importante que el médico sepa si la paciente experimenta calambres vaginales con cada tipo de penetración y cuánto tiempo lleva existiendo el problema. El médico también le preguntará sobre embarazos y partos anteriores.

Si es posible y la mujer tolera el examen, el médico examinará el tracto genital para detectar cambios que también causen dolor y calambres vaginales. Entre ellas se incluyen infecciones vaginales, lesiones, cicatrices o enfermedades como la endometriosis.

Si (todavía) no es posible realizar un examen ginecológico, el médico aconsejará a la mujer cómo proceder. El examen sólo se realiza cuando la mujer está preparada para ello.

Para prepararse para el examen, es útil familiarizarse previamente con su propia zona íntima. Esto se puede hacer, por ejemplo, mirando la vagina frente a un espejo o tocándola ligeramente con los dedos. Si esto se puede hacer sin dolor, la mujer comienza con ejercicios de inserción: en condiciones relajadas, intenta insertar sus dedos o los llamados dilatadores vaginales en la vagina. Se trata de varillas especiales que están disponibles en diferentes tamaños. La paciente aprende que todavía puede sentir malestar, pero no dolor, y que los sentimientos negativos desaparecerán con el tiempo.

Prevención

Curso de la enfermedad y pronóstico.

Si no se trata, el vaginismo rara vez desaparece por sí solo. Si la mujer recibe tratamiento, el pronóstico es muy favorable, incluso si el vaginismo lleva muchos años presente. La tasa de éxito es de alrededor del 90 por ciento.

Información del autor y la fuente

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