Terapia y tratamiento | Amigdalitis en el bebé

Terapia y tratamiento

Los bebés menores de tres meses deben ser llevados al médico temprano si desarrollan síntomas de enfermedad, como fiebre. Si las placas purulentas son visibles, los niños mayores también deben ser llevados al pediatra el mismo día. La disnea en un bebé es una situación de emergencia aguda y debe ser aclarada directamente por un médico.

En la mayoría de los casos, la terapia de amigdalitis es puramente sintomático, ya que a menudo es causado por una infección viral. El médico puede recetar medicamentos antipiréticos y analgésicos. Además, ayuda a los niños si tragan con facilidad los alimentos y beben mucho.

Sin embargo, no se recomiendan los jugos de frutas ni la leche. En el caso de bacterias amigdalitis, a los niños se les da antibióticos, que debe administrarse exactamente según las instrucciones del médico para evitar que los patógenos se multipliquen nuevamente. Las complicaciones son raras si antibióticos se dan a tiempo. En casos raros, sin embargo, sangre envenenamiento por el bacterias fotosintéticas es posible, lo que hace necesaria la hospitalización inmediata del bebé. Si el condición Si el niño no mejora a los pocos días con la terapia con antibióticos, se debe consultar nuevamente al pediatra.

Homeopatía

Existen varios remedios naturales u homeopáticos que se pueden administrar para el dolor de garganta. Sin embargo, especialmente con los bebés, es importante no depender únicamente de los remedios homeopáticos. Un bebe con fiebre y las amígdalas purulentas siempre deben presentarse a un pediatra, quien luego puede evaluar si una terapia homeopática es suficiente o si se debe administrar un antibiótico.

¿Cuándo necesita el bebé antibióticos?

Muchos amigdalitis es puramente viral y, por lo tanto, no se puede tratar con antibióticos, ya que los antibióticos solo actúan contra bacterias fotosintéticas. Sin embargo, si los depósitos purulentos en las amígdalas son visibles y el bebé ha tenido un rápido aumento de fiebre, esto indica una infección bacteriana. En el caso de la amigdalitis bacteriana, los antibióticos deben administrarse en una etapa temprana para prevenir posibles complicaciones tardías. Esta diferenciación solo puede garantizarse mediante un frotis de garganta.