Síndrome de Asperger: síntomas, causas

Síndrome de Asperger: breve descripción

Breve descripción

  • Síntomas: signos típicos a partir de los 3 años aproximadamente, a menudo retraso en el desarrollo motor, torpeza, comportamiento estereotipado, disminución de la capacidad para interactuar, pocas expresiones faciales, a menudo habla consigo mismo. A menudo, “intereses especiales” notorios.
  • Causas y factores de riesgo: Probablemente varios factores involucrados, incluidos factores genéticos, edad avanzada de los padres, infecciones maternas durante el embarazo, posiblemente parto prematuro, diabetes materna y uso de medicamentos durante el embarazo.
  • Diagnóstico: anamnesis detallada (recopilación de antecedentes familiares y previos), observaciones externas, exámenes psiquiátricos y neurológicos, pruebas de autismo.
  • Tratamiento: terapia conductual, formación en comunicación, terapia ocupacional de apoyo, fisioterapia.
  • Pronóstico: el síndrome de Asperger no es curable, pero el sufrimiento y la interacción social pueden verse influenciados favorablemente.

Síndrome de Asperger: síntomas

Sin embargo, el síndrome de Asperger a menudo no se descubre en los niños hasta que alcanzan la edad preescolar o escolar. Los afectados tienen problemas en las interacciones sociales, lo que se manifiesta, por ejemplo, al jugar con sus compañeros. Por ejemplo, tienen dificultades para empatizar con los pensamientos y sentimientos de sus compañeros y tienen grandes dificultades para adaptarse a otras personas y situaciones sociales. Les resulta difícil interpretar correctamente las expresiones faciales, los gestos y el tono de voz de los demás. Ellos mismos a menudo apenas muestran ninguna expresión facial.

A menudo, los niños con síndrome de Asperger tampoco pueden mantener una conversación bidireccional. Hablan cuando quieren y sobre temas que a ellos mismos les interesan, sin adaptación al oyente. No comprenden las señales sutiles de la otra persona, por ejemplo, para cambiar de tema o finalizar la conversación. A menudo, los autistas con Asperger también hablan solos.

Otros posibles síntomas del síndrome de Asperger son intereses y conocimientos inusualmente marcados, a menudo en un área estrechamente definida y a veces poco relevante en la práctica (talentos insulares). Este interés tan específico puede centrarse, por ejemplo, en las pilas, los campanarios de las iglesias o el punto de fusión de los metales. Los individuos afectados pueden estar tan obsesionados con un área de interés que tienen poca curiosidad o atención por cualquier otra cosa (por ejemplo, en la escuela). Debido a este trastorno por déficit de atención, los niños con síndrome de Asperger suelen ser malos estudiantes a pesar de tener buena inteligencia.

Además, en el autismo de Asperger a veces aparecen trastornos de la percepción sensorial. Por ejemplo, algunos de los afectados son muy sensibles a determinados olores, sonidos, superficies o estímulos táctiles. En situaciones cotidianas, esto puede provocar una auténtica sobrecarga sensorial para el afectado.

A pesar de todas las dificultades, las personas con síndrome de Asperger a menudo intentan no destacar y compensar sus problemas de habilidades sociales. Esto puede resultar muy agotador y abrumador a largo plazo, y puede provocar que los autistas con Asperger se aíslen de los demás.

Fortalezas en el síndrome de Asperger

Las personas con síndrome de Asperger también tienen muchas fortalezas. Por ejemplo, el desarrollo del lenguaje suele comenzar temprano en ellos: los niños afectados a menudo pueden hablar antes de caminar libremente. Con el tiempo, desarrollan un lenguaje muy sofisticado, versátil y con un amplio vocabulario.

Además, las personas con síndrome de Asperger suelen tener una buena inteligencia, que en algunas áreas está por encima de la media. Algunos pueden aprovechar bien los intereses especiales y los talentos aislados antes mencionados en su vida profesional.

La sinceridad, la lealtad, la confiabilidad y un fuerte sentido de la justicia a menudo se citan como fortalezas adicionales en el síndrome de Asperger. Los niños con síndrome de Asperger suelen responder a los elogios y el reconocimiento con motivación y gratitud.

El hecho de que el desarrollo del lenguaje y la inteligencia suelen ser normales en el síndrome de Asperger es una distinción importante con respecto al autismo de la primera infancia, que es otra forma de trastorno autista.

Síndrome de Asperger: síntomas en adultos

Los comportamientos sorprendentes en el autismo de Asperger a menudo no son tan perceptibles en pacientes adultos como lo eran en la infancia. Sin embargo, los adultos también suelen tener un estilo de habla gramaticalmente correcto y pulido y un estilo narrativo detallado que, sin embargo, apenas distingue entre lo que es importante y lo que no.

Las dificultades en la interacción social a veces también influyen en el tema de la asociación. Los afectados suelen parecer fríos y egoístas. A muchos les resulta difícil establecer contacto con socios potenciales. Si una relación funciona, a muchos les resulta difícil satisfacer las demandas de comunicación intensiva y simpatía de la pareja.

El síndrome de Asperger también puede afectar a la vida sexual: algunas personas afectadas sólo tienen una ligera necesidad de cercanía física o incluso una aversión a ella. Otros tienen definitivamente deseo sexual, pero se muestran muy inseguros en situaciones concretas, porque la intimidad sexual es el resultado de una intensa empatía mutua. Sin embargo, el síndrome de Asperger en adultos no significa que no sea posible una pareja estable y formar la propia familia.

En otros casos, sin embargo, el síndrome de Asperger en adultos tiene un efecto beneficioso sobre el desarrollo profesional. Es decir, cuando los afectados pueden utilizar su marcado interés especial (por ejemplo, en el campo de la informática) de forma beneficiosa en su trabajo. Además, muchos autistas con Asperger pueden alcanzar objetivos profesionales y privados gracias a sus capacidades cognitivas, a menudo elevadas.

Enfermedades concomitantes (comorbilidades)

Las personas con síndrome de Asperger pueden desarrollar enfermedades o trastornos adicionales, especialmente durante tiempos de crisis como reubicación, reentrenamiento, pubertad, nacimiento o muerte en la familia. Los más comunes son el TDAH, los trastornos del control motor, los síntomas obsesivo-compulsivos, los trastornos afectivos (como la depresión, la ansiedad), los trastornos de la personalidad, el comportamiento agresivo y los trastornos del sueño. Los tics/síndrome de Tourette, los trastornos alimentarios, el mutismo (mutismo), la conducta autolesiva y la esquizofrenia también pueden acompañar al autismo de Asperger.

Existen diferentes formas del autismo, un trastorno profundo del desarrollo; el síndrome de Asperger (autismo de Asperger) es una de ellas. Aún no se sabe qué lo causa. Los expertos sospechan que la interacción de varios factores es la responsable cuando alguien desarrolla el síndrome de Asperger.

Se supone que los factores genéticos influyen en el desarrollo del síndrome de Asperger. Muchas personas afectadas tienen parientes cercanos con autismo de Asperger o comportamientos similares. Ahora se sabe que varios cambios genéticos aumentan el riesgo de desarrollar un trastorno autista como el síndrome de Asperger.

Las investigaciones sugieren que la edad avanzada del padre o de la madre también aumenta la probabilidad de padecer autismo de Asperger y otros trastornos del espectro autista.

También se comenta como factor de riesgo el uso de determinados medicamentos durante el embarazo. Por ejemplo, se sospecha de medicamentos contra la epilepsia (antiepilépticos, especialmente valproato).

Las anomalías neurológicas y bioquímicas también parecen influir. Estos incluyen, por ejemplo, irregularidades en las corrientes eléctricas del cerebro, desviaciones en la estructura de varias regiones del cerebro y una composición proporcional alterada de los mensajeros nerviosos (neurotransmisores).

¡Los padres y las vacunas no tienen la culpa!

La vieja hipótesis de que los trastornos autistas como el síndrome de Asperger se deben a la falta de amor de los padres es errónea. El tipo de educación y el apego a los padres tampoco aumentan el riesgo de autismo. Lo mismo se aplica al consumo de alcohol y al fuerte estrés psicosocial de la madre durante el embarazo.

Síndrome de Asperger: exámenes y diagnóstico.

El síndrome de Asperger suele ser difícil de distinguir de otras anomalías, como el trastorno generalizado del desarrollo, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, el trastorno esquizotípico o el trastorno esquizofrénico. Por tanto, es necesario un examen médico detallado para realizar un diagnóstico. Un médico psiquiatra infantil y adolescente es responsable del síndrome de Asperger en los niños. El experto en síndrome de Asperger en adultos es un especialista en psiquiatría o psicoterapia.

Un examen detallado para detectar sospecha de síndrome de Asperger incluye:

  • Discusión con el paciente y sus familiares.
  • Información sobre enfermedades anteriores o actuales.
  • Informes y hallazgos de otros médicos.
  • Información de otras personas que conocen al paciente (maestros, amigos, educadores, terapeutas, etc.)
  • Exámenes físicos, psiquiátricos, neurológicos y de laboratorio exhaustivos.

Prueba del síndrome de Asperger

Varios cuestionarios de detección y escalas de evaluación apoyan el diagnóstico del síndrome de Asperger. Para los niños, por ejemplo, existe la Escala Australiana para el Síndrome de Asperger (ASAS) y el Programa de Observación Diagnóstica del Autismo (ADOS). El ASAS es un cuestionario diseñado para niños en edad de asistir a la escuela primaria. Está diseñado para evaluar conductas y habilidades propias del síndrome de Asperger a esa edad. En el ADOS, en cambio, se crean diversas situaciones para el niño que propician la interacción social. El evaluador estima en qué medida el niño cumple con esta solicitud.

Importante: Cada prueba del síndrome de Asperger sirve sólo como una estimación aproximada. ¡No se puede hacer ningún diagnóstico basándose únicamente en el resultado de la prueba!

Síndrome de Asperger: el diagnóstico en adultos es difícil

Diagnosticar el síndrome de Asperger en adultos es mucho más difícil que en niños. Esto se debe a que las conductas problemáticas suelen ser más pronunciadas en la infancia y suelen cambiar a medida que la persona crece. Además, muchas personas afectadas ya no recuerdan las dificultades que vivieron cuando eran niños.

Síndrome de Asperger: tratamiento

El síndrome de Asperger hasta el momento no tiene cura. Sólo se puede intentar apoyar a las personas afectadas en su vida cotidiana con el apoyo adecuado y ayudarles, por ejemplo, a mejorar sus habilidades sociales. Sin embargo, no todos los síndromes de Asperger tienen “valor de enfermedad” y deben tratarse. Los factores decisivos son la extensión de los síntomas y el grado de sufrimiento de la persona afectada.

Plan de terapia individual

La terapia del síndrome de Asperger se compone de varios componentes. Se adapta a las necesidades individuales del paciente. Influyen la edad de la persona afectada, la gravedad del autismo de Asperger con los síntomas individuales, así como las posibles enfermedades o trastornos concomitantes.

Otras medidas terapéuticas también pueden resultar útiles, por ejemplo, entrenar habilidades sociales y de comunicación en grupo. Los afectados pueden aprender reglas sociales, practicar habilidades de conversación y, en general, adquirir experiencia social.

En ocasiones, también pueden resultar útiles procedimientos como la terapia ocupacional y la fisioterapia. Algunos padres también informan que su hijo con síndrome de Asperger se beneficia de la equinoterapia o de actividades recreativas activas (posiblemente con apoyo). Esto último puede ser, por ejemplo, ser miembro de un club de ajedrez, entrenamiento deportivo, tocar música o bailar.

Síndrome de Asperger: otras medidas

Para el síndrome de Asperger y todos los demás trastornos autistas se aplica lo siguiente: los afectados necesitan un entorno manejable y predecible para sentirse seguros. Por eso son importantes estructuras y rutinas claras y permanentes en la vida cotidiana.

Cuanto mayor sea un niño con síndrome de Asperger, más importante será comprender sus propias debilidades y problemas: el médico o terapeuta tratante debe educar al niño sobre su trastorno autista (psicoeducación).

Para los adolescentes y adultos con síndrome de Asperger, encontrar una profesión o una adaptación vocacional también es importante para el éxito de la terapia y la calidad de vida. Por lo general, no son aconsejables las ocupaciones con contacto social intensivo. Sin embargo, adaptados a las posibilidades individuales se pueden encontrar profesiones adecuadas o se pueden utilizar las propias capacidades especiales en una profesión específica.

Síndrome de Asperger: curso de la enfermedad y pronóstico.

Las posibles enfermedades o trastornos concomitantes tienen una gran influencia en el pronóstico del síndrome de Asperger. Pueden perjudicar significativamente el curso posterior y las posibilidades de desarrollo de la persona afectada. Por lo tanto, deben tratarse a tiempo y de forma profesional.