Terapia de discalculia

¿Qué tiene que lograr una terapia? Una terapia no tiene por qué ser asunto del niño. Muy a menudo, el asesoramiento educativo es útil, especialmente en casos con potencial de conflicto familiar.

Además, las discusiones con los padres en el período previo a la ayuda individual para el niño son importantes para asesorar y, en última instancia, tomar el historial médico. Dado que cada discalculia se basa en problemas individuales, y también es sintomáticamente individual, el tratamiento individual debe administrarse individualmente si es posible. Es importante que se pueda encontrar la calma y el entendimiento mutuos necesarios, porque un estado de ánimo positivo asegura que uno se sienta bien.

Niños con discalculia no suelen tener que repetir todos los contenidos que ya han aprendido. Suele estar presente la comprensión básica, los problemas consisten en la correcta penetración del contenido y una solución adecuada. Después del diagnóstico y el análisis de errores individuales, primero se deben explorar las estrategias aritméticas del niño.

Si esto no sucede, toda la acumulación de conocimientos que se produzca de nuevo es cuestionable y probablemente no será de larga duración. Debe dejarse claro a los niños que las matemáticas se pueden entender y los problemas se pueden dominar pensando en ellas. ¡Es difícil para un niño apagar sus viejos métodos!

Además de la ayuda individual dirigida al niño, una enseñanza interpretativa, orientada a la experiencia con apoyo individual y la posibilidad de una práctica constructiva y lúdica. aprendizaje asegura un ambiente de aprendizaje positivo. Esto puede ser particularmente útil en el área de problemas emocionales, ya que el niño genera menos miedos y, por lo tanto, una actitud defensiva más baja. Especialmente la posibilidad de una evaluación del desempeño pedagógico fortalece la confianza en sí mismo del niño. Ya se puede ver en esta breve lista de formas de terapia cuán importante se vuelve la cooperación dentro del llamado triángulo educativo.