Diagnóstico Superinfeccion

Diagnóstico

A superinfección puede causar síntomas bastante diferentes según el tipo de infección y su ubicación. Una bacteria superinfección de los pulmones, que puede desarrollarse después de una infección viral, a menudo se manifiesta por un nuevo aumento de fiebre y un deterioro en general condición. Además, puede aparecer esputo purulento o verdoso al toser.

Las personas afectadas suelen quejarse de una tos que dura semanas y agotamiento sin mejoría significativa. A superinfección de la piel a menudo se manifiesta por la aparición de costras amarillentas o ampollas y también un deterioro de la condición. Fiebre también es posible aquí.

En una sobreinfección bacteriana del conjuntiva, es típico que la secreción inicialmente clara se transforme en una secreción purulenta. Los ojos suelen estar muy pegajosos y aparecen costras amarillentas en los párpados por la mañana. En principio, una sobreinfección a menudo puede reconocerse por un empeoramiento de la anterior. condición. Un nuevo empeoramiento de los síntomas después de una mejoría inicial, especialmente en el caso de pulmón infecciones, también es altamente sospechoso de una sobreinfección bacteriana.

TratamientoTerapia

El tratamiento de una sobreinfección depende del patógeno por un lado, pero también de la manifestación clínica de la infección por el otro. Una sobreinfección bacteriana del pulmón se trata con terapia con antibióticos. Dependiendo de la gravedad de la infección, el tratamiento hospitalario de neumonía puede ser necesario.

En un tratamiento hospitalario, el antibiótico generalmente se administra a través del vena. Normalmente, la terapia se lleva a cabo con una aminopenicilina y un inhibidor de betalactamasa, como ampicilina/ sulbactam. Una sobreinfección bacteriana del conjuntiva es tratado con gotas antibióticas, como gotas de gentamicina.

El antibiótico se ajusta después de que se ha determinado el patógeno exacto, incluida una prueba de resistencia. La superinfección de la piel se trata con antibióticos o antivirales, dependiendo de si la causa subyacente es una bacteria o un virus. En caso de una infección bacteriana y viral combinada, se aplica una doble terapia antiviral y antibiótica. En la práctica, el tratamiento con el antibiótico cefazolina y el fármaco antiviral Aciclovir se da a menudo.