Aerosol de emergencia para el asma

Definición: ¿Qué es un aerosol de emergencia para el asma?

Asma bronquial es una enfermedad de las vías respiratorias. Durante un ataque de asma, varios posibles desencadenantes provocan un estrechamiento repentino de las vías respiratorias, lo que conduce a una falta de aire aguda. Aerosoles de emergencia utilizados para tratar asma bronquial contienen ingredientes activos que dilatan las vías respiratorias y, por lo tanto, combaten eficazmente la dificultad para respirar. En caso de un ataque de asma severo, un aerosol de emergencia de este tipo puede salvarle la vida.

¿Qué ingredientes activos contiene un spray de emergencia?

En la terapia de asma bronquial, se hace una distinción entre sustancias que dilatan las vías respiratorias y sustancias que tienen un efecto prolongado. Las sustancias de acción corta tienen un inicio de acción casi inmediato y, por lo tanto, se utilizan en la falta de aire aguda durante un ataque de asma. Los ingredientes activos típicos en el asma bronquial son principalmente sustancias del grupo de los simpaticomiméticos beta-2 de acción corta.

Estos incluyen, por ejemplo, salbutamol y fenoterol, donde el salbutamol es el ingrediente activo más común para los aerosoles de emergencia para el asma. Además de la beta-2-Sympathomimetika, también juegan un papel las sustancias activas del grupo de Parasympatholytika, para esto se cuenta, por ejemplo, la sustancia activa bromuro de ipratropio. Sin embargo, estos ingredientes activos solo se usan si los simpaticomiméticos beta-2 no muestran un efecto suficiente.

¿Con qué frecuencia puedo usar el spray de emergencia?

En adolescentes y adultos, la dosis diaria total del principio activo salbutamol no debe exceder de 10 pulverizaciones. Esto se debe particularmente a que no se esperan beneficios adicionales cuando se usa una dosis más alta. El aerosol de emergencia no se usa, como su nombre indica, solo en emergencias, sino que, según la etapa del asma, también debe usarse regularmente si es necesario.

Además, debe usarse como un aerosol de emergencia real en caso de ataques de asma repentinos. En este caso, una pulverización suele ser suficiente. De lo contrario, se puede aplicar una nueva pulverización.

En la mayoría de los casos, la dificultad para respirar mejorará significativamente después de 5 a 10 minutos como máximo. La frecuencia con la que se debe usar el aerosol de emergencia depende de la gravedad de la enfermedad. Como regla general, la ingesta se determina individualmente para cada paciente por el neumólogo tratante o el médico de familia. En el caso de eventos previsibles que puedan desencadenar un ataque de asma, el spray debe aplicarse unos 10-15 minutos antes.