Síntomas del quiste de Baker en la rodilla

A Quiste de Baker es un quiste lleno de líquido en la parte posterior de la rodilla. A menudo se forma como resultado de una enfermedad crónica de la rodilla. Un síntoma típico es una hinchazón en la fosa poplítea que suele ser fácilmente palpable. Como regla, un Quiste de Baker se puede tratar de forma conservadora con antiinflamatorios ungüentos. Si los síntomas aún no desaparecen, se debe considerar la cirugía.

Daño de rodilla como causa

Un quiste de Baker generalmente se desarrolla como resultado de enfermedad crónica de la rodilla. Estos incluyen daño meniscal o reumatismo. Si hay daño o irritación en la zona de la rodilla, el cuerpo intenta compensarlo produciendo más líquido sinovial. Esto crea una mayor presión interna en la articulación, la tejido conectivo en el área se afloja y se puede formar un quiste lleno de líquido.

El quiste de Baker afecta principalmente a personas de mediana edad o vejez. Sin embargo, esporádicamente condición también puede ocurrir en niños.

Síntomas de un quiste de Baker

A Quiste de Baker suele ser fácilmente palpable. La intensidad de la hinchazón depende, entre otras cosas, de la actividad física. Cuanto más activa es la persona afectada, más pronunciadas suelen ser las quejas.

A menudo, los afectados también se quejan de restricciones de movimiento en la rodilla. Si el quiste presiona los tractos nerviosos circundantes y sangre vasos, pueden producirse alteraciones sensoriales en los pies. Si el quiste se rompe, dolor en la rodilla se vuelve notable y se agrava aún más cuando se aplica presión.

Tratamiento de un quiste de Baker

Si un quiste de Baker no causa molestias, el tratamiento generalmente no es necesario. Si se produce alguna molestia, los medicamentos antiinflamatorios que contienen diclofenaco or ibuprofeno puede ser usado. En casos raros, cortisona inyecciones también se puede administrar. Sin embargo, estos son controvertidos debido a los posibles efectos secundarios. Si conservador terapia forestal no muestra ningún efecto, el quiste de Baker se puede extirpar quirúrgicamente.

Sin embargo, más importante que tratar el quiste de Baker en sí es tratar la causa subyacente. De lo contrario, el quiste puede reaparecer una y otra vez. Por ejemplo, si el quiste es el resultado de un daño meniscal, también debe tratarse.