Prurito senil

Prurito senil - coloquialmente llamado prurito de la vejez - (sinónimo: piel picazón en la vejez; ICD-10 L29.9: ICD-10: L29.8 - Otro prurito) es un picar en los ancianos que a menudo ocurre debido a la disminución de la secreción de sebo por el piel (sebostasis).

El prurito senil puede ser localizado o generalizado; puede ocurrir libre o acompañado de visible lesiones de la piel. Suele desencadenar un efecto de rascado.

Según los hallazgos cutáneos, se hace una distinción entre:

  • Prurito sine materia - picazón sin visible cambios en la piel (enrojecimiento de la piel, ampollas, pústulas), lo que puede indicar una enfermedad endógena (enfermedades internas, neurológicas o psiquiátricas).
  • Prurito cum materia - picazón con visible cambios en la piel; dermatosis acompañantes (enfermedades de la piel).
  • Prurito en lesiones crónicas por rascado: picazón debido a enfermedades dermatológicas o no dermatológicas.

Acumulación estacional de la enfermedad: la causa más común de prurito senil generalizado es deshidratación de las piel. Esto es particularmente pronunciado en los meses de invierno. La presencia de prurito en invierno se denomina prurito hiemalis (sinónimo: invierno picar).

El prurito puede ser un síntoma de muchas enfermedades (consulte "Diagnósticos diferenciales").

Cuando aparece por primera vez el prurito crónico, los hombres son mayores que las mujeres.

La prevalencia de prurito crónico es del 12.3% en personas menores de 30 años y aumenta al 20.3% en personas de 60 a 70 años (en Alemania); aproximadamente un tercio de las personas de 80 años se quejan de prurito senil.

La incidencia (frecuencia de nuevos casos) de prurito crónico es del 7%.

Evolución y pronóstico: el prurito senil, que suele presentarse de forma crónica, puede ser tan grave en casos extremos que reduce significativamente la calidad de vida