Inlay: Definición, Materiales, Ventajas, Procedimiento

¿Qué son las incrustaciones?

Tanto el inlay como el onlay (ver más abajo) son empastes dentales hechos a medida. Este tipo de tratamiento de defectos también se denomina empaste de incrustaciones. A diferencia de los materiales de empaste plásticos como la amalgama, se modelan para ajustarse con precisión basándose en una impresión dental y se insertan en una sola pieza. En la mayoría de los casos están hechos de cerámica u oro.

Inlay y onlay: las diferencias

¿Cuándo se hace una incrustación?

Los defectos dentales en la región posterior (¡no en la región anterior!) se pueden cerrar bien con una incrustación. Estos defectos se deben al desgaste (por ejemplo, pulido nocturno), accidentes o caries. El requisito previo para un empaste de incrustación es que todavía quede suficiente diente dañado para que el diente obturado pueda soportar la presión de masticación.

¿Cómo se hace una incrustación?

Ahora el dentista toma una impresión del diente para poder moldear un modelo de yeso en el laboratorio dental, a partir del cual se fabrica la incrustación posterior de cera. Con su ayuda se fabrica un molde en el que se vierte el material para la incrustación final. A continuación, la incrustación se pule y pule finamente.

Entre las dos sesiones, la cavidad se protege con un empaste dental temporal (como cemento de ionómero de vidrio).

Inlay cerámico en una sola sesión

Las últimas técnicas permiten hoy en día realizar una incrustación cerámica en una sola sesión. Una computadora especial (CEREC) escanea el diente usando una cámara 3D. Los datos de medición exactos se transmiten a una fresadora, que en pocos minutos fresa una incrustación a partir de un bloque cerámico.

¿Cuáles son las ventajas de una incrustación?

Tanto las incrustaciones de cerámica como las de oro son muy higiénicas, soportan grandes cargas de masticación y tienen una vida útil mucho más larga que otros empastes dentales: la durabilidad media de los modelos de oro es de diez a 15 años y de los modelos de cerámica de ocho a diez años. En comparación, una obturación de amalgama dura una media de siete a ocho años y una obturación compuesta de cuatro a seis años.

¿Cuáles son las desventajas de una incrustación?

La producción de un relleno para incrustaciones requiere mucho tiempo y los materiales utilizados son caros. La inserción también lleva más tiempo que con otros empastes dentales. Por este motivo, las compañías de seguros de salud sólo cubren los costes de una incrustación de forma prorrateada (sólo hasta el importe de empastes de amalgama comparables).