Preparación | Gastroscopia en niños

PREPARACIÓN

Especialmente en niños la preparación de un gastroscopia es de gran relevancia y debe realizarse con mucho cuidado. Al igual que los adultos, los niños deben presentarse gastroscopia en un vacío estómago para garantizar la viabilidad del examen y obtener buenos resultados de evaluación. En la mayoría de los casos, es suficiente evitar alimentos y bebidas durante más de 6 a 8 horas. Especialmente para los niños más pequeños, este período puede ser difícil, por lo que las citas para gastroscopia generalmente se hacen en las horas de la mañana para dejar que el el ayuno período transcurrido durante la noche.

Diagnóstico

La experiencia ha demostrado que la mayoría de los niños sometidos a gastroscopia no muestran ningún cambio patológico en la membrana mucosa de la tracto digestivo. Desafortunadamente, una causa física concreta para dolor o la incomodidad rara vez se reconoce. También por esta razón, la indicación de gastroscopia en niños debe ser bastante estricto y solo en casos justificados. En casos individuales, esta decisión es aconsejada por un pediatra o un gastroenterólogo pediatra especializado, quien también puede brindar sugerencias de terapia con respecto a las quejas originales del niño y otras alternativas de diagnóstico para su aclaración.

Riesgos

Si las medidas preparatorias se han llevado a cabo bien y el niño está sedado con sedantes el día del examen, la gastroscopia tiene un riesgo muy bajo incluso en niños. Al igual que con los adultos, una gastroscopia para niños es solo un examen menor que solo toma unos minutos. Los padres deben asegurarse de explicar el procedimiento a su hijo después de la consulta con el médico y hablar sobre los temores del niño.

Los padres no deben asustar al niño adicionalmente, incluso si es posible que ellos mismos estén preocupados. Los riesgos de una gastroscopia son comparables a los conocidos de las gastroscopias en adultos. Estos incluyen una sensación incómoda y entumecida en la garganta área así como ronquera y tos después del tratamiento.

Además, una sensación de plenitud, flatulencia o pueden producirse eructos. En muy raras ocasiones, la gastroscopia produce efectos secundarios más graves, como una lesión en el estómago pared hasta punción (perforación), sangrado o inhalación of Saliva u otros fluidos (aspiración). Debido a la anestesia of la garganta, el niño tampoco debe comer ni beber durante el período posterior al procedimiento, durante el cual la anestesia sigue siendo efectiva, ya que existe el riesgo de tragar.