Demencia vascular: causas, terapia

Demencia vascular: descripción

La demencia vascular es causada por una alteración del suministro de sangre al tejido cerebral. Según el mecanismo de este trastorno circulatorio, los médicos diferencian entre distintas formas de demencia vascular. Por ejemplo, existe la demencia multiinfarto, que es causada por varios pequeños infartos cerebrales (ictus isquémicos). Otras formas incluyen la demencia vascular subcortical y la demencia vascular mixta (cortical y subcortical).

La demencia vascular representa entre el diez y el quince por ciento de todas las demencias. Las formas mixtas de demencia vascular y de Alzheimer representan aproximadamente un 15 por ciento adicional.

Demencia vascular: síntomas

La demencia vascular también se asocia con déficits neurológicos focales (causados ​​por infartos cerebrales): por ejemplo, pueden producirse hemiplejía, alteraciones de la marcha y aumento de los reflejos musculares. También son posibles trastornos del vaciado de la vejiga (trastornos de la micción) en forma de necesidad compulsiva (imperativa) de orinar o incontinencia.

La personalidad y el comportamiento social no se ven afectados por la demencia vascular. El rendimiento de la memoria a menudo se ve ligeramente afectado por la enfermedad, a diferencia del Alzheimer, la forma más común de demencia.

Demencia vascular: causas y factores de riesgo

La demencia vascular es causada por una reducción del flujo sanguíneo en el cerebro (isquemia cerebral), lo que provoca la muerte de las células nerviosas. Varios mecanismos pueden desencadenar dicha isquemia:

En otros casos, la demencia vascular es causada por un único infarto, a veces solo pequeño, en un lugar estratégicamente importante (como el tálamo), lo que conduce a una interrupción de las vías. Los médicos se refieren a esto como “demencia por infarto estratégico”.

El trastorno circulatorio también puede ser causado por un engrosamiento de las paredes de pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre a áreas más profundas del cerebro. Esto provoca pequeños infartos (lagunas) y daños a las fibras nerviosas (daño medular). Los médicos se refieren a esto como encefalopatía vascular subcortical (SVE).

En algunos pacientes, la demencia vascular es el resultado de hemorragias cerebrales menores o mayores (el segundo grupo más grande de accidentes cerebrovasculares después de los infartos cerebrales). Esto se conoce como “demencia hemorrágica”.

Demencia vascular: factores de riesgo

Varios factores favorecen la demencia vascular. Estos incluyen, por ejemplo, presión arterial alta, enfermedades cardíacas, diabetes mellitus (diabetes), niveles altos de colesterol, obesidad, falta de ejercicio y tabaquismo.

Demencia vascular: diagnóstico

Si se sospecha demencia vascular (u otro tipo de demencia), el médico primero realizará la historia clínica del paciente (anamnesis) en conversación con el paciente y, a menudo, también con sus familiares:

Le pedirá al paciente que describa sus síntomas y le preguntará sobre enfermedades actuales o previas, como enfermedades cardiovasculares, enfermedades cerebrovasculares, presión arterial alta, niveles elevados de lípidos en sangre y diabetes. También pregunta sobre el consumo de nicotina y alcohol del paciente. Además, el médico preguntará en qué medida el paciente realiza actividad física y si está tomando algún medicamento.

Examen físico

Examen neuropsicológico

El examen neuropsicológico también es especialmente importante para el diagnóstico de la demencia vascular. Se realizan diversas pruebas para evaluar el trastorno del rendimiento cerebral (“pruebas de demencia”, como la prueba del reloj, MMST y DemTect). Sin embargo, tales déficits son muy inconsistentes en la demencia vascular.

Proyección de imagen

Los exámenes de imágenes como la tomografía computarizada (CT) y la resonancia magnética (MRI) son importantes para descartar otras causas de los síntomas. Pueden ser, por ejemplo, tumores cerebrales, hemorragias cerebrales o hidrocefalia. Los cambios característicos en los tejidos también pueden indicar qué variante de demencia vascular está presente, por ejemplo, demencia por infarto múltiple o demencia por infarto en circuitos cerebrales importantes (infarto estratégico).

Las pruebas de laboratorio

Si se sospecha demencia vascular, también se examina de forma rutinaria una muestra de sangre del paciente. Parámetros como las sales sanguíneas (electrolitos), el azúcar en sangre y los valores hepáticos son importantes para identificar factores de riesgo de daño vascular que pueden tratarse médicamente. Los análisis de sangre también se pueden utilizar para identificar otras causas de demencia (como hipotiroidismo o disfunción hepática).

Si los resultados no son concluyentes, se toma una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR) de la columna vertebral (punción lumbar) y se examina en el laboratorio. De este modo se pueden descartar, por ejemplo, enfermedades inflamatorias o inmunológicas del cerebro como causa de los síntomas.

Pruebas geneticas

Demencia vascular: terapia

La demencia vascular no puede tratarse causalmente. Sin embargo, se pueden utilizar diversas medidas terapéuticas para intentar aliviar los síntomas.

Medicamentos

No existen fármacos que hayan sido aprobados para la demencia vascular propiamente dicha y cuya eficacia haya sido probada científicamente. Sin embargo, en casos individuales se administran medicamentos para tratar los síntomas psiquiátricos. Estos preparados no tienen aprobación específica para la demencia vascular y, por lo tanto, se utilizan sin autorización.

A veces, los llamados inhibidores de la acetilcolinesterasa y la memantina son útiles en la demencia vascular. Estos medicamentos se utilizan principalmente como fármacos contra la demencia para la enfermedad de Alzheimer.

También hay pruebas de que cierto extracto de hojas de ginkgo (Ginkgo biloba EGb761) es eficaz en la demencia vascular.

Tratamiento no farmacológico

La demencia vascular, al igual que otras formas de demencia, también debe tratarse de forma no farmacológica. Por ejemplo, el entrenamiento cognitivo, la terapia ocupacional, la música y la danza terapia pueden ser útiles para la demencia. Si la marcha es inestable, los afectados deben recibir ayudas para caminar y entrenarse regularmente para caminar. Si hay problemas de continencia, se recomienda, entre otras cosas, un entrenamiento constante para ir al baño.

Las medidas no farmacológicas también son importantes para los factores de riesgo vascular y las enfermedades subyacentes. Por ejemplo, el médico recomendará al paciente que en el futuro deje de fumar y cambie su dieta (menos grasas animales, más grasas vegetales, etc.).

Demencia vascular: progresión y pronóstico

El curso de la enfermedad (así como los síntomas) también se ve influenciado por el hecho de que no siempre se trata de una demencia puramente vascular. Los pacientes suelen sufrir una forma mixta, por ejemplo, demencia de Alzheimer más demencia vascular. Entonces, la esperanza de vida y la progresión difícilmente pueden predecirse.

En general, en muchos casos la esperanza de vida de los pacientes se acorta. Los pacientes con demencia vascular mueren a menudo a causa de enfermedades como neumonía, accidente cerebrovascular o trastornos circulatorios agudos del corazón (síndrome coronario agudo = término general para ataque cardíaco y angina de pecho inestable).