Estrés y urticaria | Erupción cutánea debido al estrés

Estrés y urticaria

El nombre de urticaria, también llamado urticaria, se deriva del término latino para picar ortiga (Urtica), ya que los síntomas de esta enfermedad son muy similares a los que se presentan tras el contacto de la piel con esta planta, lo que provoca una liberación excesiva de histamina, lo que aumenta la permeabilidad del sangre vasos y por lo tanto conduce a la retención de agua en la piel. Además de estas ronchas, las personas afectadas suelen tener erupciones cutáneas rojas que pican mucho, que encuentran menos picazón al pellizcarse o presionarse las uñas. Las causas de este aumento de la liberación pueden ser tanto una reacción alérgica y factores externos como calor, frío, luz, fricción y presión. Se considera seguro que el estrés tiene un efecto reforzador sobre el curso de la enfermedad. Sin embargo, la conexión entre el estrés y el desarrollo de la enfermedad aún no está clara.

Estrés y psoriasis

Psoriasis se caracteriza por irritaciones de la piel muy enrojecidas, escamosas y, a veces, extremadamente pruriginosas. Por lo general, se encuentran en los lados extensores de grandes articulaciones, tales como el articulación de la rodilla o articulación del codo, pero a veces también en el ombligo o el cuero cabelludo. La caspa se forma debido a un trastorno en el proceso de renovación de la piel, que suele acelerarse mucho.

Si las escamas se caen, aparece la piel subyacente, que está más fuertemente provista de sangre y por lo tanto aparece rojizo. Esto es particularmente sensible y generalmente se lesiona cuando hay picazón, por lo que a menudo se produce sangrado. Esta enfermedad puede ocurrir con mayor frecuencia en familias, ya que los factores genéticos también pueden jugar un papel en el desarrollo de la enfermedad.

Sin embargo, también puede desarrollarse espontáneamente a través de varios factores desencadenantes, generalmente en la segunda década de la vida. Estos estímulos externos incluyen el estrés, así como ciertas infecciones, cambios hormonales o inmunodeficiencias. Los afectados suelen sufrir menos las erupciones, muestran mucho más estrés psicológico. A menudo sufren sentimientos de inferioridad y aislamiento social, lo que a su vez promueve el desarrollo del estrés y tiene un efecto negativo en el curso de la enfermedad.