¿Es doloroso el desprendimiento de placenta? | Desprendimiento de placenta después del nacimiento

¿Es doloroso el desprendimiento de placenta?

El desprendimiento de placenta y la placenta no suelen ser dolorosos. Incluso si el útero continúa contrayéndose, como es el caso de contracciones, estas contracciones posparto son muy suaves y no causan ninguna dolor. Las mujeres tampoco notan apenas la expulsión del placenta porque el canal del parto ya está preestirado.

Si los dolores posteriores al parto no son suficientes, la propia mujer puede presionar un poco y acelerar la expulsión o un medicamento anticonceptivo (la oxitocina) se puede administrar. Esto tampoco suele ser doloroso.

  • Dolor de nacimiento
  • Medios anticonceptivos

Duración del desprendimiento de placenta

El desprendimiento de placenta y la placenta suelen tardar entre 10 y 20 minutos. Si tarda más de 30 minutos, el placenta/ Los residuos de placenta deben eliminarse manualmente del útero para evitar mayor sangre pérdida. En principio, sin embargo, debe esperar el mayor tiempo posible para ver si la placenta no se desprende por sí sola.

Si no hay sangrado relevante después del nacimiento, es posible esperar un poco más para el desprendimiento de placenta natural. Cualquier manipulación conlleva el riesgo de un desprendimiento de placenta incompleto con sangrado adicional. Sin embargo, en ocasiones es inevitable, ya que en ningún caso pueden quedar restos de placenta en el cuerpo de la mujer.

¿Cuánta pérdida de sangre se debe esperar en el desprendimiento de placenta?

En una placenta normal, la mujer suele perder 250-500 ml de sangre, cualquier cosa más allá de esto se llama sangrado posparto. El sangre la pérdida durante una placenta normal no suele causar síntomas y no es peligrosa para la madre. Sin embargo, si la pérdida de sangre supera los 500 ml, complicaciones como

  • Fluctuaciones circulatorias,
  • Taquicardia o
  • En casos severos choque puede ocurrir.

¿Cómo puedo acelerar el nacimiento de la placenta?

Las mujeres pueden promover la placenta presionando en sincronía con el dolor, al igual que en el nacimiento anterior del niño. Los movimientos circulares de la pelvis al arrodillarse o subir escaleras también pueden favorecer la expulsión del placenta. Los baños o duchas calientes también pueden resultar útiles. Tirando levemente del cordón umbilical por parte de una partera o un obstetra con experiencia puede posiblemente provocar la liberación de la placenta. Sin embargo, esto siempre conlleva el riesgo de un desprendimiento de placenta incompleto con sangrado.