Integración: función, tareas, rol y enfermedades

La integración es un subpaso del procesamiento perceptual y brinda a las personas una imagen significativa de su entorno. La integración sensorial involucra diferentes sistemas sensoriales y diferentes cualidades sensoriales. En los trastornos de integración, la integración se ve afectada por la falta de enlace neuronal.

¿Qué es la integración?

La integración es un subpaso del procesamiento perceptivo y brinda a los humanos una imagen significativa de su entorno. Usando sus sentidos, una persona percibe el mundo. Un estímulo externo golpea células sensoriales especiales, que transmiten la información al cerebro mediante el médula espinal. Lo que una persona reconoce y percibe de todos los estímulos del entorno no se decide en los procesos sensoriales, sino solo con los procesos de reconocimiento en el cerebro. El reconocimiento de un estímulo es uno de los últimos elementos de la cadena de percepción. En el camino entre la sensación y el reconocimiento hay muchos subpasos de percepción. Uno de ellos es la integración sensorial. Este término médico se refiere a la interacción de diferentes sistemas sensoriales y cualidades sensoriales. Sólo a través de esta integración coordinada el ser humano es capaz de reconocer e interpretar las percepciones como una situación. Por ejemplo, la integración sensorial de los estímulos vestibulares y los estímulos sensoriales profundos proporciona información sobre la posición de uno en el espacio y las influencias equilibrar. El campo de propiocepción se basa particularmente en la integración sensorial, pero el subpaso integrador de la percepción se aplica a todos los sistemas sensoriales en diversos grados. El objetivo de toda integración sensorial es el compromiso apropiado con el medio ambiente, hecho posible gracias a las vías de procesamiento ordenado de los sistemas sensoriales individuales. Sin integración sensorial, los seres humanos no pueden realizar acciones planificadas o con un propósito en respuesta a los estímulos ambientales. Es la integración de las percepciones sensoriales individuales lo que crea la imagen de una situación y, por lo tanto, la posibilidad de una respuesta situacional.

Función y tarea

La integración crea un orden de todas las impresiones sensoriales que actúan momentáneamente y, por lo tanto, corresponde a la utilización de los estímulos como una imagen general de la situación. Gracias a propiocepción, por ejemplo, la información sobre el propio estado corporal y la postura o el movimiento llega constantemente al ser humano cerebro. Esta percepción interoceptiva está integrada por el cerebro con la percepción exteroceptiva de los estímulos del entorno, por ejemplo con los del sentido de la vista o del oído. La exterocepción informa permanentemente al ser humano sobre las condiciones de su entorno. Sólo a través de la integración sensorial el cerebro establece relaciones entre los estímulos y así, por ejemplo, correlaciona la información exteroceptiva con la interoceptiva. Un ejemplo de esto es la percepción de la gravedad, que se integra con los movimientos del propio cuerpo y, por lo tanto, se relaciona con el suelo. De esta forma, una persona puede reaccionar adecuadamente a su entorno y a los estímulos de su cuerpo. Los estímulos fluyen al cerebro como sensaciones de una manera óptimamente organizada, de modo que el ser humano pueda formar percepciones generales a partir de las sensaciones individuales. Puede ajustar su comportamiento a estas percepciones generales. Solo las personas con percepciones organizadas pueden moverse adecuadamente en el entorno, procesar todos los estímulos con éxito o coordinar la fuerza y ​​el alcance de sus movimientos de manera adecuada. La capacidad para integrarse influye, por ejemplo, en la conciencia corporal. La integración requiere y al mismo tiempo condiciona una adecuada capacidad de concentración y actuación. Gracias a la integración, un estímulo gravitatorio en el sistema vestibular del oído interno, por ejemplo, da como resultado una provisión de actividad muscular propioceptiva. Del mismo modo, gracias a la integración, los estímulos vestibulares estimulan varios receptores en las vías arqueadas del oído humano, dando como resultado un ajuste postural que evita que las personas caigan. La integración sensorial también es un proceso importante en relación con el sentido de la vista y el tacto. En la escritura, por ejemplo, gracias a la integración, el sentido de la vista controla la mano integrando sus percepciones con los estímulos táctiles del tacto del piel receptores y los estímulos sensibles a la profundidad propioceptivos de los receptores de articulaciones, músculos y tendones.

Enfermedades y trastornos

El trastorno de integración sensorial se conoce como una interacción alterada de modalidades sensoriales individuales; por ejemplo, si los estímulos vestibulares no desencadenan la adaptación postural, se altera la integración en el sistema vestibular. Las personas que padecen este trastorno a menudo sufren de baja tensión muscular básica, por lo que se requiere un esfuerzo consciente para mantener la estabilidad postural. Debido a que deben prestar atención conscientemente al acto, carecen de esta atención para otras acciones. Los pacientes con trastornos de integración sensorial a veces parecen tener un trastorno por déficit de atención. Sin embargo, a diferencia del trastorno por déficit de atención, la razón de su inquietud no es una falta general de atención. En cambio, la inquietud es causada por la hipotonicidad del mucosa, que absorbe completamente la atención y concentración de la persona afectada. Otros trastornos de integración se manifiestan como hiposensibilidad táctil o propioceptiva, que puede resultar en una falta de planificación del movimiento y, a menudo, se manifiesta como torpeza. También son posibles las hipersensibilidades táctiles y vestibulares, que suelen ser el resultado de una modulación inadecuada del estímulo por parte del sistema central. sistema nervioso. Las personas afectadas a menudo muestran una actitud defensiva táctil al tacto. Todos los trastornos de integración sensorial son disfunciones fisiológicas cerebrales causadas por un enlace inadecuado de neuronas o estructuras cerebrales. En parte existen desde el nacimiento, en parte la integración se desarrolla mal debido a movimientos físicos insuficientes, especialmente en la infancia. Ésta es otra razón por la que el juego físico es de enorme importancia. A veces, enfermedades neurológicas como esclerosis múltiple o los trazos también perturban la función sensorial-integradora en la cadena perceptiva. Sin embargo, estos trastornos de integración causados ​​por cambios morfológicos del cerebro no se denominan trastornos de integración sensorial en el lenguaje técnico. Los trastornos de integración existentes pueden atenuarse mediante la integración sensorial terapia forestal, aunque no eliminado por completo. Para la integración disfuncional después de cambios morfológicos cerebrales en el contexto de enfermedades neurológicas, se aplica un pronóstico mucho peor. A menudo, la integración deteriorada es irreversible después de la destrucción del tejido cerebral y el tejido neural.