Deficiencia auditiva en niños

Definición

Los trastornos auditivos pueden ocurrir inmediatamente después del nacimiento y también durante la infancia. Después del nacimiento, un examen de audición del recién nacido sirve para descartar trastornos auditivos pronunciados inmediatamente después del nacimiento. Sin embargo, incluso si la prueba de detección no es positiva, los trastornos auditivos pueden desarrollarse más adelante en la vida. Dado que la audición es esencial para el desarrollo mental, social y lingüístico del niño, es importante detectar y tratar cualquier trastorno auditivo lo antes posible.

Causas

Casi la mitad de los niños con discapacidad auditiva se ven afectados por un trastorno que ya estaba presente al nacer o que ocurre en los primeros 6 meses después del nacimiento. Las causas de estos tipos de trastornos auditivos a menudo no son identificables. Los factores hereditarios suelen influir.

Ciertas enfermedades infecciosas de la madre durante el embarazo o los medicamentos que toma la madre durante el embarazo también pueden ser la causa. Por supuesto, complicaciones durante el parto también puede provocar trastornos de la audición, como falta de oxígeno o traumatismos al nacer. Los trastornos auditivos que ocurren más tarde pueden ser causados ​​por enfermedades infecciosas como rubéola or sarampión. Meningitis también puede ser un desencadenante de trastornos auditivos. Traumas, por ejemplo lesiones en el cráneo durante las caídas, también puede ser la causa.

Sintomatología acompañante

Los síntomas que pueden ser un signo de discapacidad auditiva para los padres son la falta de miedo a los ruidos fuertes, la falta de distracción de los sonidos o el habla para jugar, la falta de reacción adecuada al habla, la falta de reacción al nombre de uno, el contacto deficiente, la falta de atención y la agresividad, el volumen alto control de los juguetes en la radio y la televisión, desarrollo lento del habla, tocarse los oídos con frecuencia, ya que puede suceder con una mayor presión en el oído y un rendimiento deficiente en la escuela. Si se presentan uno o más de estos síntomas, se debe consultar al pediatra.

Diagnóstico

El pediatra o el oído, nariz y el especialista en garganta primero tomará una anamnesis con preguntas sobre posibles causas, quejas del niño y complicaciones, infecciones y medicación durante el embarazo. A esto le sigue un examen físico centrándose en el oído y la cavidad nasofaríngea. También hay pruebas audiológicas, es decir, pruebas de audición.

Para los niños pequeños, se utilizan pruebas para las que no se requiere una cooperación activa, para los niños mayores también las pruebas que requieren su cooperación. Entre las pruebas de audición objetivas (el niño no tiene que cooperar) se encuentran la audiometría de impedancia, así como la determinación de otoemisiones acústicas y potenciales evocados auditivos. Los procedimientos de audiometría subjetiva (el niño debe cooperar activamente) incluyen la audiometría de reacción, el audiograma del umbral de tono y el diagnóstico auditivo central.