Diagnóstico | Lipomatosis

Diagnóstico

Como es una enfermedad rara, el diagnóstico de lipomatosis está hecho por especialistas. La indicación más importante son los depósitos de grasa de rápido crecimiento, generalmente con una distribución inusual. Por ejemplo, en el caso del tipo I lipomatosis tejido graso en cuello y cabeza, rápidamente se hace evidente que este es un cuadro no fisiológico, mientras que el tipo abdominal-pélvico solo se reconoce como lipomatosis en una etapa relativamente tardía. La medida más importante en el diagnóstico de lipomatosis es una muestra de tejido que se toma y se examina al microscopio. Un histólogo o patólogo puede realizar el diagnóstico con este método.

Terapia

La naturopatía sostiene la tesis de que un lipoma está formado por una degradación alterada de productos metabólicos. Para promover la eliminación de productos de desecho metabólicos, los médicos alternativos recomiendan el tratamiento con Flores de Bach y plantas medicinales. Además el ayuno La cura para purificar y desacidificar el cuerpo puede tener un efecto positivo sobre la lipomatosis y conducir a la regresión de los tumores.

Lipomatosis y alcohol: ¿cuál es la conexión?

El alcohol se convierte en acetato en el hígado y utilizado por el cuerpo como fuente de energía. Además de aportar energía, el consumo de alcohol también hace que el organismo reduzca la quema de grasa y almacenar grasa. El consumo regular y excesivo de alcohol se considera un factor de riesgo para el desarrollo de lipomas y una abstinencia estricta de alcohol posiblemente puede mejorar la lipomatosis grave.

Pronóstico

La lipomatosis es una enfermedad crónica progresiva. En la mayoría de los casos, el crecimiento de tejido graso progresa más y más, pero inicialmente más rápido y luego más lento a medida que avanza la enfermedad. En algunos casos, se ha observado una parada de la lipomatosis, especialmente cuando se han reducido o eliminado factores de riesgo acompañantes como el consumo de alcohol en particular. La extensión de la lipomatosis puede controlarse mediante intervenciones regulares, aunque siempre se deben tener en cuenta los riesgos generales de la cirugía, como infección o hemorragia postoperatoria. Por otro lado, también puede suceder que después de la cirugía, el aumento de tejido graso aumente exponencialmente.