Diagnósticos | Fractura sacra

Diagnóstico

Diagnóstico de un sacro fractura incluye una anamnesis completa, que proporciona información sobre el mecanismo de la lesión y los síntomas existentes. Esta información suele ser suficiente para llegar al diagnóstico correcto. A pesar de ello, tanto un examen clínico como una de rayos X de la pelvis en 2 planos (vista general de la pelvis y radiografía oblicua de la pelvis) siempre debe realizarse para confirmar el diagnóstico.

Además, también se puede realizar una TC (tomografía computarizada) para localizar mejor la fractura y detectar cualquier lesión concomitante. Durante el examen clínico, es particularmente importante prestar atención a posibles déficits motores o sensoriales, así como determinar el estado vascular (¡palpación de pulsos de piernas y pies!). De esta forma se pueden detectar de forma precoz posibles lesiones vasculares y nerviosas y evitar graves consecuencias.

Terapia

Un sacro no dislocado, es decir, no dislocado fractura En la mayoría de los casos, puede tratarse de forma conservadora, es decir, sin cirugía. En este caso, el reposo en cama se mantiene inicialmente durante 3-4 semanas, seguido de un aumento gradual de la carga de peso con muletas.

Para evitar dislocaciones secundarias (deslizamiento de las fracciones), se deben realizar exámenes de seguimiento regulares. La estabilización quirúrgica siempre debe realizarse en casos de fracturas graves (es decir, aquellas que involucran lesiones vasculares o nerviosas), fracturas inestables o dislocadas de la sacro. La estabilización quirúrgica se suele conseguir mediante osteosíntesis con placa o fijación con tornillos.

Las fracturas de sacro solo se rehabilitan quirúrgicamente en el caso de una fractura dislocada o inestable, mientras que las fracturas simples y no dislocadas se pueden tratar de forma conservadora (no quirúrgica). Se encuentran disponibles varias osteosíntesis para el tratamiento quirúrgico. Estos incluyen implantes de ángulo estable, placas y osteosíntesis de tornillos.

Dependiendo de la fractura, la parte inferior de la columna o la pelvis también debe tratarse con el material de osteosíntesis durante la cirugía. La estabilización del anillo pélvico posterior es particularmente importante, lo que permite una movilización y funcionalidad tempranas. Además, la descompresión quirúrgica, es decir, el alivio de estructuras nerviosas y vasculares, debe realizarse si es necesario.

La fisioterapia juega un papel en el tratamiento conservador y quirúrgico de las fracturas de sacro. La fisioterapia asegura que la movilidad de los pacientes se mantenga en condiciones controladas a pesar de la inmovilización y la protección. Con la ayuda de fisioterapeutas, los pacientes también aprenden a utilizar el muletas correctamente para exponer el sacro a solo una carga parcial al principio. Además, el fisioterapeuta entrena los músculos, ya que el aparato muscular de las caderas y las piernas a menudo ha sufrido una regresión significativa debido al reposo y al reposo en cama.