Cirugía de acalasia

La acalasia ("Flacidez no anal") es un trastorno funcional del esófago, que se manifiesta a través de dificultad para tragar, asfixia, eructos y / o Dolor de pecho y es muy restrictivo para los afectados en su vida diaria. Si los enfoques de tratamiento conservador no pueden mejorar la acalasia suficientemente, se puede recurrir a la cirugía. En este procedimiento, los músculos de la parte inferior del esófago se abren longitudinalmente desde el exterior mientras se protege la membrana mucosa, lo que significa que se puede ensanchar un área demasiado estrecha.

El procedimiento quirúrgico clásico para acalasia es la denominada miotomía extramucosa según Heller. Aquí el cirujano llega al esófago a través de una gran incisión abdominal (transabdominal). Desde la introducción de gastroscopia (flexible endoscopia), sin embargo, se ha convertido cada vez más en un procedimiento estándar, ya que esta operación es mínimamente invasiva.

Esto significa que la operación se realiza por vía laparoscópica, lo que es mucho más suave para el paciente. Este procedimiento no requiere una gran incisión en la piel, solo se necesitan 5 pequeñas incisiones para acceder a la parte inferior o superior del esófago. estómago. Con la ayuda de una pequeña cámara, que se inserta durante este procedimiento, luego se observa la miotomía.

A continuación, las incisiones se vuelven a cerrar (sutura cutánea) y se cubren con un yeso y el paciente puede ser trasladado a la sala de recuperación. La duración media de la estancia hospitalaria para esta operación es de unos 10 días. Durante este período, se produce una acumulación gradual de alimentos, inicialmente el paciente se alimenta por vía parenteral (más allá del intestino) a través de infusiones.

Luego se administran pequeñas cantidades hasta que se permita que regrese gradualmente la comida normal, para no sobrecargar el área tratada con demasiada rapidez. Posteriormente, dependiendo de las necesidades individuales, se puede solicitar un tratamiento de seguimiento (rehabilitación), que puede durar hasta tres semanas. Normalmente, un paciente puede entonces reanudar su vida diaria y su trabajo sin restricciones.

Sin embargo, incluso si no presenta síntomas, debe consultar a su médico aproximadamente cada seis meses para permanecer bajo supervisión. La operación de acalasia no se asocia con un alto riesgo porque es mínimamente invasiva. Sin embargo, siempre pueden surgir complicaciones durante una operación, como por ejemplo. Una complicación adicional de este procedimiento especial es la perforación de la membrana mucosa, pero esto por lo general aún puede descubrirse y remediarse intraoperatoriamente.

En cualquier caso, el cirujano le informará detalladamente sobre las complicaciones antes de la próxima operación. Con una tasa de éxito del 80 al 90%, esta opción de terapia se considera muy eficaz. Aunque no trata la causa de la enfermedad, sino que solo alivia sus síntomas, solo alrededor del 5% de los pacientes tratados experimentan síntomas recurrentes más adelante. - Infecciones de heridas