Fiebre más baja en bebés | Reducir la fiebre

Fiebre más baja en bebés

Por lo general, un niño pequeño puede hacer frente a un aumento de la temperatura corporal mucho mejor que un bebé. Sin embargo, los padres de los bebés afectados siempre deben prestar atención a si el niño parece excesivamente flácido o incluso apático. En caso de duda, también se debe consultar a un pediatra de inmediato para un bebé.

Debe garantizarse una ingesta suficiente de líquidos para un bebé incluso durante el aumento de temperatura. Dependiendo de la temperatura del bebé, el fiebre puede reducirse con medicamentos o remedios caseros. Dado que en presencia de una infección viral que conduce a una alta fiebre, generalmente solo se puede administrar tratamiento sintomático, terapia de combinación con ibuprofeno y paracetamol ha demostrado ser eficaz.

Dado que ambas drogas se descomponen y excretan del cuerpo por un mecanismo diferente, ibuprofeno y paracetamol se puede administrar alternativamente, cada tres o cuatro horas. Sin embargo, no se debe exceder la dosis diaria máxima de estos dos medicamentos. Si un niño mayor sufre de alta fiebre, es particularmente importante que la temperatura corporal solo se reduzca si es absolutamente necesario.

Esto es especialmente cierto para un niño que tiende a desarrollar un llamado convulsión febril cuando sube la temperatura corporal. El niño afectado debe tratarse de inmediato. Por esta razón, un niño con fiebre de más de 39.5 grados centígrados debe presentarse a un pediatra.

El pediatra puede determinar la causa de la fiebre e iniciar el tratamiento adecuado para reducirla. Si hay una infección bacteriana, antibióticos El descenso adicional de la fiebre sólo debe realizarse en estos casos si el niño afectado está muy flácido, tiende a tener convulsiones febriles o la temperatura sube a valores superiores a 38.5 grados centígrados. En los niños mayores, la fiebre puede reducirse mediante la administración de fármacos antipiréticos, como ibuprofeno or paracetamol, en dosis adecuadas a la edad del niño.

Si la fiebre no responde adecuadamente a uno de estos medicamentos, también se puede intentar una terapia combinada con un niño mayor. Los padres de un niño afectado deben administrar ambos medicamentos alternativamente, cada tres o cuatro horas. Sin embargo, al llevar a cabo la terapia de combinación, se debe tener cuidado para asegurarse de que no se exceda la dosis máxima diaria de ambos medicamentos. Por el bien de la seguridad, es aconsejable consultar a un médico cada vez que se administra un medicamento.