Aflojar el cerumen

Cerumen (término técnico: cerumen o cerumen) es una secreción amarillenta-amarillenta, grasosa y amarga que se origina en las glándulas del canal auditivo. Estas glándulas están modificadas glándulas sudoríparas y también se llaman Glandulae ceruminosae o glándulas de bulbo tubular apocrinas. Existen en todos los mamíferos y sirven para limpiar el canal auditivo.

De ellos se secreta una secreción húmeda que absorbe polvo, residuos de suciedad, células muertas de la piel, etc. y, por tanto, facilita la eliminación, y también contiene sustancias como grasas y, por ejemplo, la lisozima. Estas sustancias mantienen la canal auditivo flexible y mantener su ambiente ácido, que sirve para protegerse bacterias fotosintéticas, hongos e insectos.

Si los contaminantes en el oído están ligados a la secreción, los cilios (kinocilia) en el canal auditivo pueden eliminar más fácilmente la mezcla moviéndose hacia afuera. A pesar de su apariencia poco apetecible, cerumen por lo tanto, no solo se considera un mal antiestético, sino que cumple una función importante. Si esta función protectora se pierde por una remoción excesiva durante la higiene personal o, por ejemplo, por frecuentes nadar, esto puede llevar a dolor de oidos e infecciones de oído. Hay dos formas genéticamente determinadas de cerumen en los seres humanos, la forma húmeda más común, que se presenta en aproximadamente el 97% de todos los europeos, y la forma seca, que ocurre solo en aproximadamente el 3% de los europeos.

Sobreproducción y estreñimiento

En algunas personas, se produce una hiperactividad de las glándulas esféricas. Esto se acompaña regularmente de un bloqueo del canal auditivo, que se percibe como desagradable, se forma un llamado tapón ceruminoso. Dependiendo de su tamaño y consistencia, este tapón puede "traquetear" hacia adelante y hacia atrás o bloquear el canal auditivo por manipulación o tamaño pronunciado, lo que conduce a una discapacidad auditiva temporal.

En este caso, se recomienda a los pacientes que visiten a su médico ORL regularmente a intervalos de aprox. 3 meses. El otorrinolaringólogo puede extraer el tapón mediante diversas técnicas, normalmente por succión, en cuyo caso el tapón se aspira y se retira con un tubo fino, tirando de él con un pequeño gancho o enjuagándolo con agua a temperatura corporal.