¿Cuándo debo comenzar a alimentar a mi bebé? | Evacuación intestinal en el bebé

¿Cuándo debo comenzar a alimentar a mi bebé?

Desde los cinco hasta los seis meses, se puede alimentar a un bebé. Por supuesto, uno debe comenzar con alimentos que sean fáciles de digerir y que se puedan preparar blandos, como puré de plátanos, papas o arroz. Sin embargo, esto también se nota en las heces.

Las heces pueden volverse algo más oscuras y de color marrón. Además, se vuelve algo más firme, pero aún debe clasificarse como blando. La olor también cambia.

El taburete de leche, que es bastante inodoro, ahora se convertirá en un taburete con un olor más fuerte. Debido al hecho de que ahora el bebé también está alimentado, también entrará en contacto con alimentos que aún no puede digerir por completo. Por ejemplo, se pueden encontrar trozos de zanahorias (cocidas) sin digerir.

O las heces pueden tomar el color de los alimentos. Por ejemplo, la remolacha y las bayas, como los arándanos, son muy coloridas y, por lo tanto, pueden cambiar de color. Esto no es motivo de preocupación. Sin embargo, si hay alimentos no digeridos permanentemente presentes en las heces o si existe la sospecha de que incluso los alimentos fácilmente digeribles no se descomponen y absorben adecuadamente en el tracto gastrointestinal, se debe consultar al pediatra.

¿Cómo puedo promover la evacuación intestinal en mi bebé?

Si un bebé está estreñido, esto se puede abordar de varias maneras. Es importante que estos no tengan causas patológicas. Las siguientes medidas son adecuadas para promover defecación.

En primer lugar, asegúrese de que el bebé beba lo suficiente. Se puede dar mucha agua y té sin azúcar para que las heces no se vuelvan tan sólidas. También se ha demostrado que los zumos de frutas, como el de pera o de ciruela, son eficaces como remedios caseros para los bebés.

Sin embargo, cabe señalar que estos pueden contener mucha azúcar. También debe prestarse atención a la dieta.Si el niño aún no ha sido alimentado, la leche en polvo debe dosificarse correctamente. Una concentración demasiado alta produce una leche más espesa y, en consecuencia, una materia fecal más espesa.

Si el bebé ya ha sido alimentado, una mayor cantidad de fibra dieta se puede ofrecer. Más papilla de verduras o salvado hará que el pasaje intestinal corra más rápido, de modo que no se elimine tanto líquido de las heces. Además, se pueden utilizar masajes del abdomen y ejercicios gimnásticos con las piernas para estimular la motilidad intestinal.

Lactosa o el polietilenglicol también se puede administrar por vía oral, siendo esta última una sustancia no digerible que se une al agua en el intestino para que las heces no se sequen tanto. Si el estreñimiento es muy persistente, también se puede utilizar un enema previa consulta con el pediatra. Los utensilios para esto están disponibles en la farmacia. Esto implica la introducción de líquido en el intestino, que luego licua las heces endurecidas y secas, facilitando su excreción.