Terapia La inflamación purulenta de la raíz dental.

Terapia

Una vez realizado el diagnóstico, el dentista anestesia el área inflamada afectada e intenta drenar el pus para que la presión resultante se alivie y el llamado absceso se vacía. El dentista logra esto a través de una incisión de alivio. Hace una incisión debajo de la hinchazón y el pus se vacía inmediatamente tan pronto como se accede al absceso se gana.

Se inserta una tira de gasa en la cavidad, en la que se coloca un medicamento. Esta tira se cambia diariamente en el dentista hasta que la hinchazón haya desaparecido por completo. Además, el dentista prescribe un antibiótico paralelo a la terapia quirúrgica, que debe destruir el bacterias fotosintéticas y liberar al cuerpo más rápido de la infección. Además, el diente cuya inflamación de la raíz causó la absceso debe extraerse en la mayoría de los casos (extracción dental), Si tratamiento de conducto ya no es posible. Una vez que la herida haya cicatrizado, el espacio entre dientes resultante se puede restaurar protésicamente con un puente, implante o corona.

Diagnóstico

Desde un punto de vista puramente diagnóstico, un purulento inflamación de la raíz del diente a menudo se puede reconocer por una hinchazón. Esto puede manifestarse dentro o fuera del boca. Además, el paciente siente una fuerte sensación de presión, ya que el tejido blando se desplaza por el aumento de pus secreción. La palpación de la región afectada es muy dolorosa y enrojece. de rayos X de la región afectada como herramienta de diagnóstico para identificar el diente causante.

Duración

La duración de un absceso purulento no se puede clasificar en términos generales. Puede haber casos en los que se desarrolle un absceso grande dentro de 1-3 días, en otros, se necesitan 2 semanas para que se note. Esto depende de cuán fuerte sea tu sistema inmunológico es defenderse contra la reacción inflamatoria y cuán potente es el bacterias fotosintéticas son.

El clima también puede influir. En el frío invierno, la inflamación se desarrollará mucho más lentamente que en las estaciones más cálidas. Un absceso no se cura por sí solo y siempre requiere tratamiento por parte de un dentista.