Dislocación: tratamiento, síntomas.

Breve descripción

  • Tratamiento: Primeros auxilios: inmovilización, enfriamiento, tranquilidad de la persona afectada; El médico disloca manualmente la articulación, seguido de rayos X e inmovilización con vendajes o férulas, en caso de lesiones concomitantes o fallo de la dislocación, posiblemente medidas quirúrgicas.
  • Síntomas: dolor intenso, postura relajada, inmovilidad de la parte del cuerpo afectada, hormigueo e insensibilidad debido a lesiones nerviosas.
  • Diagnóstico: el médico comprueba la posición de la articulación afectada, el flujo sanguíneo, la movilidad y la sensación de estímulos, procedimientos de imagen (como rayos X, ecografía, tomografía computarizada), rara vez artroscopia de la articulación.
  • Causas: Fuerza por caída o accidente, inestabilidad articular congénita o adquirida (debido a ligamentos sueltos), daño o inflamación crónica de las articulaciones, malformación (displasia) de la articulación, inestabilidad por desgaste relacionado con la edad.
  • Pronóstico: complicación por fractura ósea (fractura por luxación), generalmente curación completa en caso de luxación única, posibles molestias persistentes en caso de nueva luxación

¿Qué es una luxación?

"Luxación" es el término médico para una dislocación. En este caso, la cabeza de la articulación, el hueso que normalmente se encuentra en la cavidad, sale de ella. Por tanto, los dos componentes de la articulación pierden el contacto entre sí.

Esto ocurre principalmente en articulaciones que son más propensas a lesionarse debido a su posición en el cuerpo o su anatomía, como el hombro, el codo o la cadera (artificial).

La dislocación también es posible en los siguientes lugares, por ejemplo:

  • Pie (tobillo, dedos, línea de articulación de Chopart o Lisfranc).
  • Articulación temporomandibular
  • Muñeca (luxación perilunar)
  • Dientes (cambio de posición en el hueco de la raíz del diente en la mandíbula)
  • Laringe (principalmente por accidentes de tráfico)
  • Articulación esternoclavicular (articulación esternoclavicular)

En general, esto ocurre especialmente fácilmente en articulaciones muy móviles: normalmente, la unión de músculos y ligamentos estabiliza una articulación. Pero si estas estructuras se dañan o se estiran demasiado, por ejemplo, a menudo basta con un movimiento descuidado y brusco o una caída, y se produce una dislocación.

Los niños menores de siete años rara vez sufren una dislocación. Esto se debe a que sus huesos son aún más flexibles y ceden mejor cuando se les aplica fuerza.

¿Qué tipos de dislocaciones existen?

Existen diferentes tipos de luxaciones, dependiendo de qué articulación esté dislocada y de si las superficies de la articulación están total o parcialmente dislocadas. Algunos ejemplos:

Luxación de la articulación del hombro

La articulación del hombro es la articulación más móvil del ser humano. Se ve más comúnmente afectado por la dislocación de todas las articulaciones. Puede leer sobre cómo dar primeros auxilios en caso de luxación de la articulación del hombro en el artículo Dislocación del hombro.

Dislocación del codo

Un codo dislocado es el segundo tipo más común de dislocación de articulación y representa aproximadamente el 20 por ciento de todas las dislocaciones. Resulta de una caída sobre el brazo extendido. A menudo, una dislocación de codo de este tipo va acompañada de otras lesiones, como rotura de ligamentos, fracturas de huesos o lesiones nerviosas. Puedes leer más al respecto en el artículo Luxación de codo.

Luxación patelar

Luxación de dedos

Cuando la pelota de voleibol o baloncesto rebota violentamente contra un dedo extendido durante la práctica de deportes, la articulación del dedo se sale fácilmente de su posición normal. Si tiene un dedo dislocado, ¡asegúrese de consultar a un médico! Puede leer por qué y cómo prestar los primeros auxilios adecuados en caso de una lesión de este tipo en el artículo Dislocación de los dedos.

subluxación

En una dislocación, los extremos de los huesos que forman la articulación quedan completamente desplazados. Si, por el contrario, sólo se produce una separación parcial de las superficies articulares, como por ejemplo en el caso de los cuerpos vertebrales, se trata de una subluxación. Si esta forma especial ocurre en la articulación del codo, se llama parálisis de Chassaignac (subluxación de la cabeza radial). Ocurre casi exclusivamente en niños y ocurre cuando a un niño se le tira bruscamente del brazo. Puedes leer más al respecto en el artículo Subluxación.

¿Qué hacer en caso de una dislocación?

¡Nunca intente arreglar una articulación dislocada usted mismo! ¡Existe riesgo de pellizco o desgarro de nervios, vasos sanguíneos o ligamentos! Por lo tanto, deje siempre la dislocación en manos de un médico.

Medidas de primeros auxilios

  • Inmovilización: Lo primero que se debe hacer es inmovilizar la articulación luxada con una venda o vendaje. En caso de luxaciones del brazo, lo mejor es pedirle al afectado que lo mantenga quieto. Además, a veces resulta útil estabilizar el brazo sujetando con cuidado una almohadilla entre el brazo y el tronco.
  • Enfriamiento: cuando se produce una luxación, la zona afectada suele hincharse rápidamente. También hay un dolor intenso. Tanto la hinchazón como el dolor se pueden aliviar con enfriamiento. Para enfriar son adecuados los cubitos de hielo envueltos en un paño o en una compresa fría. ¡Nunca apliques hielo directamente sobre la piel!

Tratamiento médico.

En el caso de una luxación sin lesiones concomitantes, el médico suele reducir manualmente la articulación luxada. Esto puede ser muy doloroso. Por lo tanto, al paciente se le suele administrar previamente un analgésico fuerte o un anestésico breve. Esto también tiene la ventaja de que se reduce la tensión muscular. Esto facilita la reinserción del hueso en el alvéolo.

En algunos casos de dislocación, el ajuste manual no tiene éxito o se producen lesiones concomitantes (por ejemplo, lesión de nervios, vasos o músculos, o fractura de hueso). En tales casos, es necesaria una intervención quirúrgica. La cirugía también se realiza a menudo en dislocaciones en personas más jóvenes y atléticamente activas para reducir el riesgo de una nueva dislocación. Durante la operación, el cirujano tensa el aparato capsular o ligamentoso demasiado estirado y así restaura la estabilidad de la articulación.

¿Cuáles son los síntomas de una dislocación?

Una dislocación traumática provocada por una fuerza externa suele ser muy dolorosa. Por tanto, el paciente adopta inmediatamente una postura protectora. Por ejemplo, en el caso de una dislocación del hombro, instintivamente presiona el brazo afectado contra el tronco.

También es típico de una luxación que la parte del cuerpo afectada de repente pueda moverse sólo ligeramente o no moverse en absoluto (como el dedo en el caso de una luxación de un dedo o el brazo en el caso de una luxación de hombro).

Si los ligamentos y los músculos ya están demasiado estirados y la luxación se produce repetidamente, esta llamada luxación habitual suele ser menos dolorosa que una traumática.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

El médico primero administra al paciente analgésicos para hacer más llevadero el examen físico posterior. Durante este examen, el médico observa de cerca la articulación afectada y su posición. También comprueba la circulación sanguínea, la movilidad y la percepción de estímulos de la parte del cuerpo afectada.

Por ejemplo, si la mano de un hombro o codo dislocado aparece pálida o incluso azulada, probablemente se haya lesionado un vaso. Si el paciente ya no puede mover correctamente el brazo o los dedos o siente una sensación de hormigueo en las zonas correspondientes, lo más probable es que los nervios estén lesionados.

El siguiente paso es tomar una radiografía de la articulación dislocada. De esta forma, el médico determina si realmente se ha dislocado por completo y si también se han lesionado huesos. En ocasiones, ya se puede observar una luxación en la imagen ecográfica (especialmente en niños).

En casos raros, es necesaria una endoscopia articular (artroscopia) para una dislocación.

¿Cuáles son las causas de una dislocación?

Dependiendo de cómo se produzca la dislocación, los médicos distinguen entre las siguientes dislocaciones:

Luxación traumática

Los expertos hablan de esto cuando una articulación se luxa como consecuencia de una fuerza directa o indirecta (por ejemplo, en un accidente o una caída).

Luxación habitual

La luxación habitual se debe a una inestabilidad articular congénita o adquirida (por ejemplo, por ligamentos muy flojos). En este caso, suele ser suficiente una tensión mínima y la articulación afectada se disloca. Una dislocación sin fuerza alguna también se llama dislocación espontánea.

Dislocación patológica

Ocurre, por ejemplo, como resultado de un daño articular crónico o una inflamación de las articulaciones con un estiramiento excesivo de la cápsula. La luxación patológica también se produce en caso de destrucción articular y como resultado de parálisis muscular.

Luxación congénita

Las personas mayores son más propensas a sufrir dislocaciones que las personas más jóvenes. Esto se debe a que los tendones, ligamentos y huesos se desgastan con la edad, lo que hace que las articulaciones sean más inestables. En principio, los hombres jóvenes también se dislocan las articulaciones con más frecuencia que las mujeres porque tienden a practicar deportes de riesgo con mayor frecuencia.

¿Cuál es el pronóstico de una dislocación?

Una posible complicación de la dislocación es que uno de los huesos involucrados en la articulación se rompa por completo o un pequeño trozo de hueso se astille durante la dislocación. Entonces los médicos hablan de fractura por luxación (fractura por luxación). Este riesgo existe, por ejemplo, en caso de caídas con fuerzas elevadas que actúan sobre la articulación.

En la mayoría de los casos, las dislocaciones únicas sanan por completo después de la terapia adecuada. Sin embargo, si se vuelve a luxar, la articulación en cuestión a veces se vuelve cada vez más inestable. Como resultado, es posible que aparezcan quejas persistentes.

En general, el curso y la duración de la curación dependen de posibles lesiones concomitantes, de la terapia, de la edad y de la asistencia (p. ej. mediante el desarrollo muscular activo) de la persona afectada.

¿Existen medidas preventivas?

Si alguien sufre una luxación con mayor frecuencia (por ejemplo, debido a una debilidad del tejido conectivo), puede ser recomendable abstenerse de realizar determinadas actividades o deportes.