Profilaxis de la endocarditis: ¿para quién?
En la mayoría de los casos, la endocarditis infecciosa se desarrolla cuando el revestimiento interno del corazón es atacado por una enfermedad previa. Esto podría ocurrir, por ejemplo, en el caso de un defecto congénito del corazón o de una válvula cardíaca, pero también si, por ejemplo, la válvula aórtica ha cambiado debido a la arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias) en la vejez. Cualquier defecto en el endocardio (revestimiento interno del corazón), que también forma las válvulas cardíacas, constituye un objetivo para los patógenos. Por lo tanto, también existe riesgo de endocarditis después de determinadas operaciones cardíacas.
Por lo tanto, la mejor manera de prevenir la endocarditis es tratar o operar las enfermedades subyacentes en una fase temprana. Al mismo tiempo, es necesario evitar que grandes cantidades de bacterias entren en el torrente sanguíneo y, por tanto, en el corazón, o al menos hacerlas inofensivas lo antes posible. Aquí es donde entra en juego la profilaxis de la endocarditis.
Según el estado actual, los siguientes pacientes pertenecen al grupo de alto riesgo de endocarditis o de un curso grave de la enfermedad y, por tanto, reciben profilaxis contra la endocarditis:
- Pacientes con válvulas cardíacas artificiales (mecánicas o de material animal)
- Pacientes con válvulas cardíacas reconstruidas con material artificial (en los primeros seis meses después de la cirugía)
- Pacientes con ciertos defectos cardíacos congénitos (defectos cardíacos "cianóticos").
- Todos los defectos cardíacos tratados con prótesis (en los primeros seis meses después de la cirugía, de por vida si persisten partes de cambios patológicos, por ejemplo, una derivación residual o debilidad valvular)
- Pacientes que se han sometido a un trasplante de corazón y desarrollan problemas con las válvulas cardíacas (según las directrices europeas, desde 2009 ya no es necesario realizar profilaxis en este caso, pero en la práctica clínica algunos médicos todavía la utilizan por seguridad)
Profilaxis de la endocarditis: así es como se hace
El hecho de que un médico inicie la profilaxis de la endocarditis antes de una cirugía o de un procedimiento depende del paciente, la ubicación del procedimiento y el procedimiento en cuestión. La profilaxis de la endocarditis es importante si, por ejemplo, las bacterias se lavan directamente al torrente sanguíneo durante una cirugía debido a lesiones de las mucosas (bacteriemia). Sin embargo, las directrices actualmente vigentes recomiendan la profilaxis de la endocarditis sólo en muy pocos casos.
Por un lado, esto se debe a que hasta la fecha no se ha demostrado claramente su beneficio. Por otro lado, el uso frecuente de antibióticos promueve la resistencia de las bacterias. Como se mencionó anteriormente, los expertos de la Sociedad Europea del Corazón (ESC) ahora solo recomiendan la profilaxis de la endocarditis en pacientes de alto riesgo.
Por lo demás, la profilaxis de la endocarditis sólo se utiliza si el área quirúrgica o de examen está infectada. Esto incluye diversos exámenes o procedimientos en los que se pueden dañar las membranas mucosas, por ejemplo en el tracto gastrointestinal, el tracto urinario y genital, o la piel o los tejidos blandos (por ejemplo, músculos). Otro ámbito son las intervenciones en las vías respiratorias, como las amigdalectomías o las endoscopias pulmonares.
¡Ahora existe una recomendación general para la profilaxis de la endocarditis solo para ciertos tratamientos en la cavidad bucal y solo para pacientes de alto riesgo!
El paciente toma un antibiótico en forma de tableta, por ejemplo amoxicilina, de 30 a 60 minutos antes del procedimiento. En caso de infecciones existentes, el antibiótico para la profilaxis de la endocarditis se adapta al patógeno respectivo, por ejemplo ampicilina o vancomicina en el caso de una infección enterocócica en el intestino. En algunos casos, también se necesita un medicamento que no se puede tomar en forma de tableta; en ese caso, el médico lo administra en forma de infusión.
Profilaxis de la endocarditis en casa: factor de higiene bucal
Incluso sin intervención médica, la bacteriemia temporal (bacterias en la sangre) puede provocar endocarditis. Al masticar o cepillarse los dientes, por ejemplo, las bacterias pueden entrar al torrente sanguíneo a través de pequeñas lesiones en la mucosa bucal.
