MRT para un menisco desgarrado

Los meniscos son estructuras cartilaginosas del articulación de la rodilla. Están ubicados entre las articulaciones huesos, es decir, entre el muslo hueso (lat. fémur) y la parte inferior pierna hueso (lat.

tibia). Los meniscos sirven para establecer un mejor contacto entre los dos huesos y compensar la incongruencia debida a su diferente forma y curvatura. Además, aumentan la superficie absorbente de fuerza en el articulación de la rodilla y así asegurar una mejor distribución de la presión articular.

Hay un interior y un menisco externo. Ambos están anclados a la meseta tibial en una región específica del hueso, la llamada “área intercondilar anterior y posterior”. La menisco interno también está conectado al ligamento externo (ligamento colateral) de la articulación de la rodilla, lo que lo hace mucho menos móvil que el menisco externo. Ambos tienen forma de media luna; la menisco externo incluso representa un anillo casi cerrado.

Menisco roto

Como cualquier estructura, los meniscos, un componente importante de la articulación de la rodilla, pueden dañarse. La menisco el desgarro es la lesión más común. Se entiende por interrupción de la continuidad de la estructura cartilaginosa.

Suele estar provocada por sucesos traumáticos o procesos degenerativos. Fuerzas de cizallamiento fuertes, torsión o dislocación de la rodilla, caídas y una parada brusca del movimiento pueden provocar una menisco lágrima. Particularmente en la vejez, pero posiblemente también en una edad más joven, los signos de desgaste y sobreesfuerzo hacen que menisco desgarro más probable.

La menisco interno se ve afectado con mayor frecuencia por la articulación de la rodilla debido a su movilidad reducida como resultado de la unión adicional al ligamento interno. En la mayoría de los casos, el tercio posterior (menisco interno cuerno) rupturas. Además de la localización de un desgarro de menisco, se pueden clasificar diferentes tipos de desgarro (desgarro de menisco transversal, longitudinal y en forma de canasta con asa).

Diagnóstico

Si se sospecha un desgarro de menisco, el primer paso es el examen clínico con pruebas especiales. Las llamadas pruebas de provocación permiten la detección y diferenciación de desgarros de menisco internos y / o externos mediante compresión y carga rotacional. Otros métodos incluyen tomografía computarizada (TC; capas de rayos X), ultrasonido y, como método invasivo, rodilla artroscopia.

En el caso de lesiones crónicas de menisco, artroscopia puede estar indicado. Los desgarros de menisco agudos / frescos son mucho más comunes. Aquí, la resonancia magnética (resonancia magnética) se considera el método de elección para los procedimientos de imagen.